Buró de crédito

En marzo de 1995, siendo un servidor diputado federal, tuvimos una entrevista en la residencia oficial de Los Pinos con el entonces presidente de México , Lic. Ernesto Zedillo Ponce de León, para ver cómo se podía rescatar el sistema financiero nacional de la quiebra a la que muy seguramente hubiera llegado de no ser por las medidas que se tomaron en aquel entonces, propuestas que nos hizo el Presidente (emanado del PRI) y que los diputados y senadores del PAN aprobamos con tal de no dejar caer el país en la bancarrota después del error de diciembre. Comportamiento muy distinto al de diputados y senadores del PRI, ahora con un presidente emanado del PAN.

Recuerdo con claridad que en aquella entrevista Ie dije al Presidente que me parecía muy bien el plan de rescate financiero para los bancos, pero que no veía un programa para apoyar a los deudores, que finalmente son los que van a necesitar ayuda para poder pagar. Me dijo el Presidente que yo tenía razón y que en tres o cuatro meses tendríamos esa propuesta, pero desgraciadamente esta nunca llegó. Los bancos tuvieron que ser presionados por los propios deudores para llegar a acuerdos en los que fuera viable pagar y así durante todos estos años hemos visto como todas las instituciones de crédito han ido negociando sus carteras para poder volver a la normalidad.

Recientemente vimos como hasta la banca oficial tuvo que doblar las manos y vender toda la cartera del ejido Benito Juárez en Buenaventura en tan sólo dieciocho centavos por peso.

Solo hay un caso en que los deudores desean pagar y el banco es moroso en su respuesta para llegar a un arreglo de su cartera d vencida. Para Ripley: deudores pagadores, banco moroso: Banamex. Este banco ha resultado insensible a encontrar vías de solución a los deudores, quienes han tenido que llegar a medidas extremas como tomar las sucursales de ese banco en casi todo el estado, diciéndole a Banamex que quieren pagar y exigiéndole que se sienten a negociar porque después de muchas entrevistas, algunas de ellas en la ciudad de México, de una de las cuales me tocó ser testigo, en las que el banco no ofreció una sola solución y sólo se obtuvo como respuesta: "Páguenme lo que yo digo, o les embargo y remato sus propiedades".

Banamex es hoy parte del banco norteamericano Citibank, de triste memoria, ya que a través de este banco en los Estados Unidos fue que Raúl Salinas de Gortari hizo las famosas transferencias del dinero mal habido al Laredo Bank y los bancos suizos.

También es el Citibank junto con el J.P. Morgan los que se prestaron a manejos fraudulentos para la empresa Enron Comunications, protagonista de la quiebra más espectacular de la historia norteamericana, que ha llevado a la caída más grande de la Bolsa de Valores, aún más que el suceso del 11 de septiembre pasado, y se dice que cada uno de esos bancos recibió 200 millones de dólares por su complicidad. Robert Rubin, secretario del Tesoro con el presidente Clinton, se dedicó a cabildear con el congreso norteamericano para que se permitieran las grandes fusiones de compañias de seguros con los bancos y así se logró la megafusión que dio lugar a Citigroup. ¿Sabe donde trabaja ahora Mr. Rubin? Adivino usted: es un alto ejecutivo en Citibank.

Se preguntarán ustedes ¿qué tiene que ver todo esto con el encabezado de este artículo: "Buró de crédito"

Después de siete años de aquella plática de un servidor en Los Pinos, sale una pequeña ley para regular las sociedades de información crediticia, dentro de las cuales se encuentra el famoso Buró de Crédito, mejor conocido como "lista negra" o "el buró del terror", lista de la cual se asegura que el próximo viernes 16 saldrán más de dos millones de mexicanos que nos encontramos ahí de manera injusta y gracias a lo cual no podíamos obtener un crédito por pequeño que fuera, afectando nuestros derechos como ciudadanos y mediante el cual se cometieron miles de injusticias, ya que habíamos muchos ciudadanos que por el hecho de no haber pagado trescientos pesos de la expedicion de una tarjeta de crédito, que no habíamos pedido y que antes los bancos mandaban por correo a todos los ciudadanos que ellos querían y aunque uno se las devolviera, ya estaba obligado a pagar el importe de la expedición de una tarjeta que nunca pidió, y por supuesto que iba a dar a la famosa "Iista negra" del Buró de Crédito. Era una situación de impotencia ante el estado de indefensión en que quedabamos los ciudadanos por el abuso de un buró que junto con sus asociados -los bancos- se convertía en un muro infranqueable ya que no había poder humano que pudiera cambiar la negativa del crédito por aparecer en una lista negra a la que sólo ellos tenían acceso y ante la cual no se podía hacer nada.

Por primera vez se crea el marco jurídico que dará certidumbre a los ciudadanos para conocer y estar informados de su historial crediticio y se tendrá derecho a la correción y no sólo por la decision unilateral de algún banco, sino que habrá sanción en caso de que algunas entidades, como la propia institución de crédito financiera o el propio buró, fallen en el registro y cometan injusticias como las miles y miles que han cometido. Ahora serán sujetos a una sanción en procedimientos que establece la ley.

Por otro lado, esperemos que esta medida ayude a detonar el crédito, que es muy necesario para el estado y el país y que se encuentra suspendido prácticamente desde el error de diciembre de 1994, dejando a los ciudadanos en manos de agiotistas que prestan a tasas del 10% mensual, cuando esa es la tasa que rige en el mercado, pero al año, es decir una tasa que es doce veces mayor que la que debería ser y lo que sucede es que quien llega a caer en manos de esos usureros, menos sale de sus problemas crediticios.

Un pequeño paso a favor de los deudores: regular al Buró de Crédito, mejor conocido como "las listas negras" o "del terror".