A recoger varas

Bien dice el refrán que hay tiempos de aventar cohetes y hay tiempo de recoger varas. Durante 71 años el PRI se dedicó a aventar cohetes y nunca se preocupó ni de recoger las varas, siempre fue el pueblo de México el que levantaba la basura que aquellos festejos dejaban.

Hoy las cosas han cambiado radicalmente para el partido de Estado, no sólo por los resultados del 2 de julio que Ie modifica todo el panorama, sino porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que el Ejecutivo Federal abriera las cuentas del Banco Unión, a lo que se había negado el secretario de Hacienda -seguramente por órdenes superiores- cuando se estaba revisando todas las cuentas que pasaron al Fobaproa o IPAB.

Hoy empiezan a aparecer "fideicomisos" donde el beneficiario era el PRI, de cantidades todavía no determinadas, pero se dice que son muchos millones de pesos que tranquilamente se habían pasado al IPAB, para que fueran pagados por todos los mexicanos, fideicomisos creados por el fugitivo Carlos Cabal Peniche en 1993 y que sirvieron para financiar las campañas políticas de Ernesto Zedillo a la Presidencia de la República y de Roberto Madrazo a la gubernatura de Tabasco, por algo sería que se negaron a enseñar las cuentas de este banco, hasta que la Suprema Corte se los ordenó.

Anoche veía en una entrevista de Sergio Sarmiento a Sergio García Ramírez, secretario General del PRI, en el cual el último reconocía los fideicomisos, pero alegaba que habían sido dentro del marco jurídico de ese momento, que él desconocía quienes habían sido los donantes del fideicomiso, porque el PRI sólo era el beneficiario. Esto quiere decir que en lugar de fideicomiso pudiera tratarse de una lavadora, pero aI PRI sólo Ie interesaba que Ie entregaran el dinero.

Al mismo tiempo salen declaraciones de Dulce María Sauri Riancho "cómo es posible que siete años después se diga que un donativo que se recibió hay que regresarlo, consideramos que en el estado de derecho ninguna imposición puede ser de carácter retroactivo". No cabe duda que la ignorancia de la señora yucateca es como la del ranchero aquel que dijo "lo caído, caído", es decir lo que ya agarré ya es mío, no importa si es robado, mal habido, lavado, o lo que fuere. No cabe duda que la derrota es mala consejera y no es fácil recuperarse de ella, sobre todo porque nadie quiere reconocerla y como la señora Sauri reconoce que después de la campaña del 2000 les quedaron algunas deudas, pero que se podrán pagar en tiempo y forma, conforme les entreguen las prerrogativas que el IFE les entrega cada mes. Pero si tienen que devolver "Ios donativos" que recibieron a través de estos cuatro "fideicomisos" de Banca Unión, ahora sí que les va a llover sobre mojado, porque esta devolución al IPAB puede significar como el 50% de sus prerrogativas anuales, lo que significa que tendrían que disminuir sus actividades en ese mismo porcentaje, pero peor aún es que para el año que entra sus prerrogativas se van a ver disminuidas en más de un 13% porque en ese porcentaje disminuyó su votación.

Hoy Ie toca al PRI recoger las varas, ojalá y quede nuestro país Iimpio para que podamos los mexicanos tener una patria más ordenada y más justa para todos.