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Un crimen más

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 21 de Junio de 1999 Página 5 Sección A

Gran revuelo causó a nivel nacional el lamentable asesinato del conocido locutor de televisión Francisco "Paco" Stanley, acribillado a la salida de un conocido restaurante a mediodía en la Ciudad de México.

Muy lamentable es que alguien que se dedicó por años a hacer reír a millones de mexicanos se le haya cortado la vida de una manera tan cobarde como injusta. Como también es injusto que hoy en día se le quiera relacionar con el narcotráfico y con actividades ilícitas, con las cuales la gran mayoría de los mexicanos pensamos que es una manera también artera de querer justificar tan deplorable crimen. Que Paco Stanley pudiera haber sido consumidor de drogas, esa posibilidad puede ser cierta, pero de consumidor a tener nexos can el narcotráfico, hay una enorme distancia.

También nos parece injusto el linchamiento que algunos medios de difusión trataron de hacer en la persona de Cuauhtémoc Cárdenas, como si este crimen fuera el único que se ha cometido en el Distrito Federal o en muchas otras ciudades de la República, en las cuales desafortunadamente estos eventos se ven todos los días del año.

No quiero hacer una defensa de la actuación del Sr. Cárdenas, pero me parece que la inseguridad ha rebasado los límites de los gobernantes locales desde hace ya un buen rato. El Gobierno federal debería tomar cartas en el asunto y organizar a estados y municipios para acabar con esta lacra social.

Mucho cinismo se necesita para que el candidato del PRI, Francisco Labastida Ochoa, hoy quiera fincar su campaña política en decir que en el tema de seguridad pública se le pondrá toda la atención, recursos y personal necesarios para resolver tan complejo problema. ¿Por qué no lo hizo cuando fue secretario de Gobernación?

En el caso del Sr. Stanley hay algunas cosas que no dejan ver con claridad tan lamentable, hecho. Lo primero sería preguntarnos por qué los cuatro escoltas no iban armados. ¿Por qué el chofer, que se supone es la escolta principal, tampoco iba armado y no reaccionó para lo cual fue entrenado, es decir, proteger con su vida a quien se dice que protege?

Otra pregunta interesante ¿por qué Mario Bezares se tardó tanto en salir del baño, cuando se supone que entraron juntos? ¿Por qué los meseros trataron de proteger a esta persona indicándole que se quedara en el baño? ¿Iban tras el también? Definitivamente no se trata de un simple asalto ni tan siquiera de un intento de secuestro y mucho menos que nuestras autoridades nos vayan a salir ahora con que se trató de una confusión. Es claro que el objetivo era matar a Paco Stanley por razones que se desconocen y que lo lograron con una facilidad palmaria, como suele suceder este tipo de cosas en nuestro país.

Esperemos que no haya sido sólo un crimen más, sino que que se convierta en el detonante para que el Gobierno federal junto con estados y municipios se pongan a trabajar en serio en este grave problema.