Imprimir Página         

Carta de un diputado: Un seguro poco seguro

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 02 de Diciembre de 1995 Página 4 Sección A

El Instituto Mexicano del Seguro Social, creado hace ya más de 52 años, fue fundado para operar como un seguro para enfermedades, accidentes, cesantía, maternidad y pensión en edad avanzada para todos los mexicanos que en ese momento deberían contar con dicha protección.

Hoy, dicha institución no cuenta con los fondos para poder pensionar y jubilar a sus afiliados, porque fueron utilizados en muy diversos fines, como fue la ampliación de clínicas y hospitales por todo el territorio nacional, pero también se utilizaron para financiar equipos de fútbol y campos de veraneo, estos últimos de dudosa utilidad para la seguridad social de los afiliados. Dichos fondos también fueron utilizados, por qué no decirlo, para algunos fines particulares que nada tenían que ver con el fin para el cual era aportados por empresarios, trabajadores y gobierno.

También podemos decir que patrones y trabajadores se ponían de acuerdo en muchas ocasiones para escamotearle las cuotas que deberían aportar, de tal manera que ambos salieran beneficiados, y sin embargo al aproximarse la fecha de la jubilación, ambos se ponían de acuerdo en poner el salario ahora por encima de la realidad, para que la jubilación fuera un poco más decorosa.

En esta realidad de mentiras, muy a la mexicana pero no exclusiva de nosotros, ahora se nos dice que de seguir bajo el esquema actual, para el año 2003 el Seguro Social estará totalmente en bancarrota. Lo mismo sucedió con el Infonavit: cuando fue creado se dijo que a los diez años el que no hubiera recibido un crédito, tendría derecho a que se le devolvieran sus aportaciones, pero al llegar los diez años el gobierno, gran administrador en este país, cambió las reglas del juego y nadie pudo recoger dichas aportaciones porque ya no existían.

El Ejecutivo Federal nos envió en días pasados la iniciativa de ley para cambiar radicalmente la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social; la cual ha causado polémica en los más diversos sectores de la sociedad mexicana, con los cuales nos hemos entrevistado en sesiones maratónicas los últimos días, encontrando desde la posición de que debe privatizarse totalmente el sistema de seguridad social en el país, y que además debiera castigarse al gobierno por haber desaparecido los fondos para pensionar y jubilar a los afiliados del instituto, hasta la posición radicalizada de que las cosas deben mantenerse como están porque el IMSS ha comprobado ser un magnífico administrador, no obstante estar al borde de la quiebra.

Hace dos semanas tuve la oportunidad en la República de Chile de platicar con el presidente de la Asociación Gremial de Administradores de Fondos de Pensiones, con el líder de la mayor central obrera (el equivalente a Fidel Velázquez), con diputados y senadores de aquel país, y la conclusión a la que pudimos llegar es que dichos fondos han sido el elemento estabilizador y detonante para el crecimiento económico de dicho país, única economía en Latinoamérica que actualmente se puede dar el lujo de exportar capital, porque ya se agotaron sus posibilidades de inversión en su propio país, teniendo dichas administradoras en 14 años de operación más de 25 mil millones de dólares en fondos para jubilarse.

Bajo el nuevo sistema de seguridad social que se propone, cada afiliado sabrá con toda exactitud cuál es el importe de su fondo y los intereses o rendimientos que este le ha generado. Dicho fondo será de tal manera propiedad de cada individuo, que este podrá ser inclusive heredado y no solamente servirá para la jubilación, pero lo más importante es que ya estará en una entidad independiente en donde el gobierno ya no podrá, como lo ha hecho con el IMSS o el Infonavit, decir "borrón y cuenta nueva" y como si nada hubiera pasado, vamos a volver a empezar.

Definitivamente la iniciativa de ley es mejorable en muchos aspectos, tendremos que seguir trabajando más de 15 horas diarias, como lo hemos hecho en los últimos días, pero lo que sí no podemos permitir es que la seguridad social siga por el camino actual, porque en muy poco tiempo este seguro que hoy es poco seguro ya no existiría.

Esta reforma será sin duda alguna la reforma de este sexenio, será un elemento para estabilizar y hacer crecer al país, además de que en el mediano y largo plaza nos dará la confianza que necesitamos para salir adelante.