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Carta de un diputado: La condición del león

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 23 de Diciembre de 1995 Página 4 Sección A

En estos días un personaje famoso, no por sus buenas acciones, que son realmente muy pocas, sino por todas sus payasadas y vergüenzas para el país que ha hecho a lo largo de toda su vida, en los muy diversos cargos que ha ocupado dentro del sistema político oficial y desde hace pocos años en que milita en la "oposición", porque se le acabó el hueso que roer y que lo había mantenido toda su vida; se ha dedicado a querer difamar al licenciado Diego Fernández de Cevallos.

¿Quién no recuerda los borracheras de este personaje en la ciudad de Nueva York, cuando era embajador de nuestro país ante las Naciones Unidas? ¿Quién no lo recuerda cuando siendo presidente nacional del PRI, jamás propuso los cambios democráticos que ahora dice que deben hacerse? ¿O lo recuerdan quejándose de lo injusto del sistema cuando fue secretario de Estado?

Ahora, dice que las funciones públicas son incompatibles con el trabajo personal, y sin probarlo o justificarlo pasa a descalificar a Diego porque dice que ha traficado con influencias, como si el ser de la oposición fuera una influencia. No cabe duda que a nuestro famoso personaje ahora sí se le desconectó el cerebro de la boca, o está como aquellos chismosos o rumorólogos que gozan con decir que la doncella ha dejado de serlo, para que ahora todas las pruebas corran a cargo de la pobre doncella, mientras el se divierte viendo como la despedazan.

Afortunadamente a nuestro famoso Porfirio, no el de finales del siglo pasado, sino de finales de este, con todos los antecedentes que tiene difícilmente alguien le hace caso.

Ayer por televisión nacional un consejera de su partido le decía que como jefe nacional debería preocuparse por ver como mejoraba éste, porque con los resultados de las últimas elecciones serían dentro de poco solo el recuerdo de un partido.

Diego Fernández le ofreció demostrarle su patrimonio y su origen, pera que él también demostrara el suyo. Obviamente el tal Porfirio no aceptó, porque lo único que quiere es llamar la atención, y la desgracia es que muchos medios de comunicación le dan entrada a este tipo de tonterías, con tal de ver si amarran navajas. Si Porfirio tiene pruebas de que Diego traficó con influencias, que lo demuestre ante la autoridad competente, que además es su obligación, y si no que ya conecte la boca al cerebro y se ponga a trabajar por su partido, que buena falta le hace.

Quizás lo que el tal Porfirio quiere hacer es tender una cortina de humo, dado que cada día que pasa nos enteramos de todo el mugrero que hay detrás de los Salinas de Gortari, y de continuar las investigaciones es probable que no quede funcionario sin algún raspón, y dentro de los ex funcionarios que en su época tuvieron su historia, seguramente nos encontraremos con él.

Pero cambiando totalmente de tema, ya que nuestro famoso Porfirio no merece más líneas que las que ya le dediqué, quiero mandarles un afectuoso saludo con motivo de la Navidad que se celebra mañana, y que con motivo del aniversario del natalicio de Nuestro Señor Jesucristo, quien vino a traernos la paz a la tierra, ojalá podamos todos vivir pronto en paz y no peleando o viendo a quien podemos perjudicar.

¡Feliz Navidad para todos!