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Carta de un diputado: Buenos amigos

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 13 de Mayo de 1996

En la reunión interparlamentaria México Estados Unidos, celebrada en la hermosa ciudad de Zacatecas el pasado fin de semana, se trataron muchos temas importantes para las dos naciones, pero en mi opinión fueron tres los más relevantes.

El tema económico fue el primero que se trató, tema en el cual no salieron nada bien librados los norteamericanos; se les dijo que desde que nos otorgaron el préstamo para salir de la crisis, préstamo que era para ayudar a salir a los inversionistas americanos, que tenían en su poder los famosos Tesobonos, a los que se les tenía que pagar en dólares.

La condición en que nos prestaron eran para que el pueblo mexicano sufriera por varios meses o años, pero además a eso le agregamos la política del garrote con sus embargos al atún, al cemento, a la varilla, al aguacate, la papa, el transporte, el más reciente el tomate y la amenaza del embargo al camarón.

En lo que somos competitivos le encuentran de inmediato cualquier "falla" para negar la entrada de ese producto a su país, con el Tratado de Libre Comercio o sin él, como en el caso del tomate que no les gustó el empaque. Claro que ellos pelean porque los productos en los que ellos son competitivos como televisiones y videocaseteras, no es posible que con una franquicia de 50 dólares para los mexicanos que cruzan por tierra la frontera puedan traer esos productos.

Otro tema muy importante para México es el trato que les han dado en últimos días a los connacionales que se pasan para el otro lado. Aquí debo reconocer que desde la misma inauguración, el diputado Humberto Roque Villanueva (líder de la mayoría priísta) tocó el tema diciéndoles que estos mexicanos iban buscando salario, que no se trataba de invasores, por lo que el trato que se les estaba dando no era el del más mínimo respeto a los derechos humanos y que este sería, entre otros, un tema que deberíamos tratar a profundidad y así fue.

Se les dijo que tenemos 3000 kilómetros de frontera y que como vecinos debemos tratarnos, nuestros mexicanos que van allá, es para desempeñar trabajos que sus nacionales no quieren desempeñar, de esta manera podemos complementarnos. Ellos dijeron que ya no somos como la novela de "Vecinos distantes", pero la verdad es que se ha creado un ambiente anti mexicano de aquel lado y con el mal trato que le dan a los mexicanos, acá también se ha ido creando un ambiente anti americano. Ninguno de estos dos sentimientos es deseable para nuestros países por lo que deberá ponérsele remedio lo más pronto posible. De hecho este tema lo tratamos en momentos con tal rudeza que no cabe duda que estamos en una guerra fría con nuestros "vecinos cercanos".

El otro tema que se trató fue el narcotráfico, que nos preocupa a ambas naciones, sin embargo se mencionó que nunca se ha sabido que detengan a los principales del "cártel de Chicago" o del "cártel de Los Ángeles", los cuales estamos seguros que existen, pero ni tan siquiera se les menciona. De aquel lado sólo detienen a los que venden la droga en las calles, que es el último eslabón de las organizaciones de narcos. También se les dijo que si no hubiera consumidores (ellos) no habría quien produjera y quien traficara con la droga.

Se habló de los apoyos que Estados Unidos esta dando a México para el combate al narcotráfico, sin embargo eso no les permite que el director de la DEA venga a México a decir que los bancos mexicanos son lavadero de dinero, sin aportar ninguna prueba, como tampoco se vale que el presidente de Estados Unidos nos "califique" en nuestro lucha contra el narcotráfico.

Por primera vez, fue una reunión en donde priístas, panistas y perredistas, prácticamente a uno sola voz, defendimos a México y nos hablamos (porque ellos también lo hicieron) con toda honestidad, sinceridad, claridad y sólo con la mínima diplomacia necesaria.

A la clausura del evento nos trasladamos a la ciudad de México a saludar al presidente Zedillo, quien también con toda claridad (refiriéndose al caso de los indocumentados), utilizando las mismas palabras que usaron los americanos, les dijo que se llevarían estos casos hasta sus últimas instancias y consecuencias legales que los tratados internacionales permiten, porque aunque somos buenos amigos, los amigos a veces se pelean sin que perdamos el diálogo y la comunicación.