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Carta de un diputado: Tarde y con sueño

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 27 de Mayo de 1996 Página 7 Sección A

Hace unos días el secretario de Comercio, Herminio Blanco, dio a conocer el Plan Industrial del Ejecutivo Federal, el cual fue calificado por muchos dirigentes empresariales como un catálogo de buenas intenciones, un instrumento que lIega tarde y que no resuelve los problemas de las industrias.

"El financiamiento actualmente se da con base en la calidad de la garantía y no en la calidad del proyecto", dijo algún dirigente. "El país desperdicia el financiamiento en proyectos que a veces nos son viables y se les otorga el crédito únicamente porque tienen garantías", comentó otro. "El programa es positivo pero no es suficiente, ya que debería ir acompañado de cambios fiscales", dijo otro. La realidad es que el Ejecutivo lIega tarde y con sueño.

Alguno diría que "es mejor tarde que nunca", lo cual es cierto, pero se nota que el Ejecutivo no quiere o no puede entrarle al fondo del asunto, porque el problema económico no se va a resolver con buenas intenciones, sino con buenas acciones y esas buenas acciones, que ya hemos comentado varias veces, son algunos de las que empiezan a pedir actualmente algunos dirigentes empresariales, como reducir el IVA del 15% al 10% o al 7% (nunca debió haber subido); desaparecer el impuesto al activo de las empresas; elaborar nuevas leyes fiscales que no sean tan complicadas y que no hagan pagar impuestos a los que pierden por las "ganancias inflacionarias" y otros conceptos tan difíciles de entender; que el gasto público se canalice a la pequeña y mediana empresa para que pueda recuperarse y no suelte el gasto sólo con fines electorales; realizar de inmediato reducciones en el sector público, desapareciendo o fusionando algunos secretarías de Estado que se habían prometido desaparecer o reducir; una política de cambios estable y competitiva; en fin, que hay muchas acciones que el gobierno puede tomar y que sólo hace anuncios pomposos pero carentes de hechos.

La semana pasada, también tarde y con sueño, se anunció una reducción en los pagos de créditos hipotecarios del 30% en este año, 25% los dos años siguientes y así decreciendo año con año en 5%. ¿Por qué hasta ahora? ¿Será porque el año que entra tenemos elecciones federales y tienen miedo de perderlas? ¿Qué se puede hacer por el que ya perdió o entregó su casa? ¿Por qué no se hizo retroactivo a 1995, cuando hubo una inflación realmente alta?

No se anuncia algo para reactivar la industria de la construcción, ni para resolver el problema de 5 o 6 millones de familias que carecen de una vivienda digna, a la que tienen derecho según la Constitución, pero que sólo en eso se queda.

Hace ya algunas semanas que el PAN presentó en la Cámara de Diputados una iniciativa de ley para que se reduzca el 30% de la deuda de todos los que tenían algún crédito, lo que comenté en un editorial anterior, por lo que no entraré en detalles, pero me parece que el Ejecutivo sin quererlo aceptar, por ser una propuesta del PAN, está tratando de implementarlo a su manera, porque se dice que en unas semanas más también saldrá el plan para el campo, donde se cree que habrá una reducción del 30% y luego al siguiente año menos y menos.

El problema es que está llegando tarde y con sueño, porque además de tarde, no le está entrando al fondo del problema como si no quisiera o no pudiera despertar. Ojalá despierte pronto, porque esto como que ya parece una pesadilla de la que todo México quiere salir y pensar que no es y que nunca fue cierto.