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Carta de un diputado: El Cuate Mochas

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 23 de Junio de 1997 Página 6 Sección A

La convicción de que estamos en un proceso de transición es algo que ha ido permeando poco a poco, hasta convertirse en una referencia obligada. Nuestro país transita de un modelo político que se ha agotado a otro que se pretende sea democrático en forma consistente. Esta mentalidad es aceptada incluso por los representantes del modelo autoritario que hemos tenido por más de 70 años.

Conviene que nos preguntemos sobre el papel de la oposición, particularmente del PRD, sobre todo ahora que parece irreversible el triunfo del Cuate Mochas (Cuauhtémoc Cárdenas) en la elección a la jefatura del Distrito Federal.

¿Qué es el PRD?¿Será una parte del grupo que antaño se robaba los votos y hacía alquimia electoral, pero que se ha arrepentido de sus errores del pasado? ¿Será una escisión del PRI que al quedar fuera de los reflectores quiere volver al poder a como dé lugar? ¿Será una parte del PRI que no estaba conforme con las políticas socioeconómicas dictadas desde lo más alto y ellos quieren regresar a la política social-populista, que fue tan nefasta para el país?

Lo anterior se puede ver con cierta claridad, pero algunos eventos no se logran entender, como es la presencia de algunos personajes nacionales o locales que, o no militaban en partido alguno o inclusive eran altos dirigentes del PAN como Jesús González Schmall y Bernardo Batiz, que ahora son candidatos del PRD por invitación, y dicen en spots pagados de televisión, estar en ese partido porque en él sí hay democracia, pero con una ideología tan contraria a la que ellos tienen, ¿será que buscan el poder por el poder únicamente?

En la elección de 1988, nadie podía imaginar que un tipo antipático, malencarado, peor orador, poco claro en sus declaraciones, en tan poco tiempo hubiera adquirido tanta popularidad como para ganarle al PRI. Ahora se sabe que piezas importantes del viejo sistema político mexicano se encontraban detrás del proyecto cardenista al cual le inyectaron abundantes recursos económicos. Para nadie es un secreto el apoyo dado por el sindicato petrolero, entonces en manos de "la Quina" Hernández, hoy encarcelado por Carlos Salinas de Gortari en cuanto tomó la Presidencia de la República; de importantes sectores del sindicato magisterial y también por el señor de San Jerónimo, a quien todo mundo ubica en el retiro, pero nada más alejado de ello. Cárdenas y Muñoz Ledo han sido piezas claves en el juego de Luis Echeverría.

El PRD es una agrupación, porque no se le puede llamar partido político, conformado por dos vertientes; la vieja izquierda tradicional que se agrupaba en el Partido Comunista Mexicano (PCM), Partido Socialista Unificado de México (PSUM), y la proveniente del mismo sistema político.

Ahora ha quedado en el olvido la marcha "en defensa de la soberanía" del 21 de mayo de 1986, de la que surgió la conformación de lo que sería el PRD. Entre los asistentes estuvieron María Esther Zuno de Echeverría, Jorge Carpizo, Santiago Oñate, Socorro Díaz, Jesús Solazar Toledano, Silvio Hernández, Porfirio Muñoz Ledo, Cuauhtémoc Cárdenas, Pablo Gómez, Arnoldo Martínez Verdugo, Rolando Cordera, Héctor Aguilar Camín, Demetrio Sodi, Julia Carabias y Carlos Monsiváis, entre otros. Algunos de ellos corrieron a tiempo, pero todos empollaron a la nueva criatura.

Por parte de esta izquierda tradicional, todavía no acaban de reconocer que en 1968 fueron utilizados por el sistema (como son de alguna manera utilizados todavía), y más específicamente por Luis Echeverría, sirvieron de compañeros de viaje útiles al que luego sería presidente. Algunos de ellos como "El Búho" Eduardo Valle o Sócrates Amado Campos Lemus, que todavía deben una explicación de quién les pagaba y a quién servían.

La otra vertiente del PRD, es el sistema mismo. Casualmente todos los presidentes que ha tenido ese partido son expriístas, incluyendo al actual presidente López Obrador. Así tenemos que todos los que se han salido del PRI, al día siguiente ya son candidatos o al menos militantes del PRD, por ejemplo la senadora priísta Layda Sansores, hoy candidato a gobernadora de Campeche por el PRD, Dante Delgado, exgobernador priísta de Veracruz, en cuanto renunció al PRI se fue al PRD y tantos otros.

En el PRI y más específicamente en el grupo en el poder, el problema se les presenta de buenas dimensiones, ya que la jugada es de alta escuela por parte de la fracción más radical del sistema, la que ha querido descarrilar el proyecto salinista y ahora zedillista, se está pasando al PRD. Por eso se habla de que este partido no es más que el mismo PRI, pero de izquierda.

En resumen, el PRD es una agrupación de gentes que sí saben lo que quieren, que su oposición es al proyecto salinista-zedillista y que el PAN llegue al poder, para poder llegar a una "alternancia" entre partidos PRI-PRD, aunque en el fondo sería el mismo sistema que se mantenía en el poder y ahora ellos llevan de compañeros de viaje útiles, que no saben a dónde van.

Como el pleito es entre familia, es por eso que les duele tanto que Cuate Mochas llegue a ganarles en el Distrito Federal, aunque las reformas electorales aprobadas por la mayoría priísta en el Congreso de la Unión, le dan pocas atribuciones al primer regente electo por voto popular (¿ya lo presentían?).

La tendencia es ya casi inevitable, el próximo Regente de la Ciudad de México será el Cuate Mochas y ojalá que agarre confesados a los defeños.