Carta de un diputado: ¿Feliz año nuevo?

Como es el último artículo del año, quiero desearles a mis amables lectores que el año entrante sea mucho mejor que el que está por terminar, lo cual no es difícil dadas las circunstancias actuales, y sobre todo, que tengan mucha salud y esperanza de que el futuro será mejor.

Mis deseos del párrafo anterior son lo más sincero, sin embargo hay muchos indicadores que nos dicen lo contrario, o dicho de otra manera, hay hechos y declaraciones que se contradicen entre sí, lo cual nos hace temer que el futuro no es como nos lo quieren hacer creer.

Por un lado hay declaraciones y hechos positivos, como lo dicho por el presidente Zedillo, que creceremos al 6% el año entrante, que la inflación va a bajar al 15%, el hecho que el dólar está bajando respecto del peso, el hecho de la balanza comercial positiva, la muy probable firma de la paz en Chiapas, Etc.

Por otro lado tenemos anuncios de aumentos a la leche y la tortilla del 30%, aumentos a la gasolina, electricidad, y prácticamente todos los bienes y servicios que presta el gobierno tendrán aumentos para terminar este año, más lo que se acumule durante el año. ¿Cómo le van hacer para lograr esa inflación que dicen? o le van a seguir fallando a los cálculos como toda la vida?

También nos desayunamos con las noticias de que la Presidencia Municipal va a despedir 250 empleados, que el Gobierno del Estado va a dejar de prestar algunos servicios sociales que apoyaban a 18,000 personas, noticias de que cerraron el 35% de los comercios por falta de ventas. ¿Cómo le hará el gobierno para lograr un crecimiento del 6% el año que entra?

¿Por qué está bajando el dólar? ¿Será porque los inversionistas extranjeros ya tienen confianza en México? Pero si hace sólo dos semanas que el presidente Zedillo tuvo que salir corriendo a Nueva York para dar explicaciones a los grandes inversionistas. De los inversionistas mexicanos, ni hablar, porque después de que tuvieron que entregar parte o todo su patrimonio para poder sobrevivir y con las campañas amenazantes de la Secretaría de Hacienda, no creo que quieran o puedan invertir mucho.

¿No será que el dólar está siendo manipulado por el Gobierno, aunque se diga lo contrario?

El crecimiento de que habla el gobierno se debe a una centena de grandes, muy grandes empresas que casi no dejan producto para el mercado nacional, mercado que les compra su producto a la mitad de precio y fiado, por lo que les conviene más vender al extranjero y cuando el mercado nacional tiene una buena venta, al fabricante no le interesa o no puede venderle a sus connacionales, porque tiene todo el producto comprometido en el exterior, pero con el dólar bajando, cada vez les va a convenir menos y menos vender en el extranjero. Tenemos un mercado interno deprimido que no es apoyado por los industriales que prefieren exportar y los aumentos de salario que cada vez alcanzan para menos y el dólar bajando, ¿qué va a suceder cuando ya no les convenga exportar y quieran vender toda su producción en un método deprimido?

Por el lado político, ya comentábamos en nuestras colaboraciones de semanas anteriores la línea dura que se pretende implantar para no perder el poder y así vemos declaraciones del vetusto líder Fidel Velázquez, que dice que todo el desorden que causó Salinas de Gortari y todo lo que se robaron no va a influir en las próximas votaciones, cuando su partido lo apoyó hasta el último momento que fue presidente, cuando ya se sabían muchas de sus mañosadas. El pueblo de México tendría que ser muy olvidadizo para no recordarlo a la hora de votar.

Y las declaraciones del compañero de Fidel (en edad y de central obrera), el nuevo líder de la fracción priísta en la Cámara de Diputados, Juan José Osorio, diciendo que todas las nuevas reformas legales serán como han sido hasta hoy, por consenso ¿Será por la edad que no se dio cuenta que casi todas las últimas leyes las aprobaron sólo los del PRI, como el aumenta al IVA , como el dineral que se les va a dar a los partidos políticos para campañas del año que entra, como la nueva miscelánea fiscal que convierte en delincuente a cualquier evasor al que ahora se le mandará a la cárcel como el peor criminal? ¿Por qué no se aprueba una ley que castigue realmente a los funcionarios corruptos que se roban lo que es del pueblo y el pueblo cada día más amolado?

En fin, lo mejor es poner toda nuestra creatividad y trabajo para que todo salga muy bien el año que entra. Ojalá que todas mis reflexiones estén equivocadas. ¡Salud y bienestar para todos!