Imprimir Página         

Carta de un diputado: Cerrazón, imposición y retroceso

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 18 de Noviembre de 1996 Página 6 Sección A

En esta semana fue aprobada la ley Electoral secundaria, con el voto único de los diputados del PRI, quienes al más puro estilo antiguo dijeron no veo y no oigo.

No obstante que en pláticas previas se había logrado algunos consensos, en los últimos días el PRI decidió dar marcha atrás y desconocer dichos acuerdos, y además modificar la iniciativa de Ernesto Zedillo a su propia conveniencia y no en el interés de la nación.

La Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, presidida por el exgobernador sustituto, hoy diputado, licenciado Saúl González Herrera, presentó un dictamen que cualquier persona con dos dedos de frente o con poquita dignidad hubiera rechazado, como así lo hicimos todos los partidos de oposición, entre otras razones por las siguientes:

La fórmula propuesta por el PRI lleva a una cantidad de financiamiento con recursos del pueblo de México para los partidos políticos de más de 2,000 millones de pesos para el año que entra, lo cual es una afrenta al pueblo de México que continúa viviendo en la más profunda de las crisis económicas.

La cifra anterior es el equivalente a 127 mil salarios mínimos, o equivale a 9,600 viviendas de interés social. ¿Se imaginan las tentaciones que esto va a provocar? Si así como estaba, ya había gentes "que vivían" de su partido político, ¿se imaginan ahora que esos recursos van a crecer del 500% al 1800% en algunos casos?

La fórmula establece que son 500 diputados, cuando la realidad es que son 300 distritos electorales. ¿Por qué la fórmula establece 500 y los multiplica por 4?

El sistema establecido por la nueva ley establece márgenes tales para la revisión de gastos de campaña, que cinco meses después de que los diputados han tomado posesión se conocerá el resultado. ¿Ya para qué?, sería muy tarde para aplicar sanciones y darle marcha atrás a quien en ese momento ya estaría gozando de fuero.

Si alguien pasa los límites de gastos para campaña, esto no es un delito. ¿Entonces para qué se ponen topes? Toda ley que no tiene castigos técnicamente no es una ley.

Las personas morales mercantiles no pueden participar con apoyos financieros a partidos políticos, pero sí personas morales que no son mercantiles sí pueden, es decir los sindicatos como la CTM o cualquier otro, sin consulta previa a sus afiliados, como siempre lo han hecho, podrán canalizar recursos propios o de cualquiera otra institución, nacional o extranjera para apoyo al partido de su predilección, el cual ya sabemos cuál va a ser.

En estos mismos días, el presidente Ernesto Zedillo declaraba en Argentina que eran necesarios los consensos para avanzar, para mejorar; sin embargo, uno es el discurso en el exterior y otra muy distinta la realidad de estos políticos en nuestro país.

Nada dice la nueva Ley Electoral sobre las aportaciones en especie, y todos recordamos las aportaciones de los grandes empresarios revolucionarios que colaboraron en la campaña del actual presidente de la República con aviones, camiones, hoteles, Etc. Tampoco se establece absolutamente nada para la precampaña, lo cual va a provocar que gran parte de la campaña la desarrollen como precampaña y así no se pasarán los topes establecidos en la ley.

Las coaliciones políticas únicamente serán aceptadas si son al 100%, es decir, que en una entidad no puede haber coalición para el candidato a gobernador, si no las hay también para alcaldías, regidurías y diputaciones. ¿A qué le temen? Se dice que el diputado Roque Villanueva, líder del PRI en la Cámara de Diputados quiere ser gobernador de su estado, Coahuila, sólo que después de las elecciones del 10 de noviembre en donde el PAN gobernará al 76% de la población, la va a pensar dos veces y esta fue una manera de vengarse.

En cuanto a medios de comunicación, seguirá igual que antes: cerrazón absoluta para los partidos de oposición, apertura y generosidad para el partido oficial, ya que la ley no establece nada al respecto.

A pesar de todo, sin medios de comunicación y gracias a la cerrazón con imposición, el PRI seguirá perdiendo, porque el pueblo de México ya está cansado de gobernantes cuya actuación es muy distinta a su discurso.