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Visión de estado

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 25 de Noviembre de 1996 Página 6 Sección A

En artículos anteriores he comentado que al presidente Zedillo le hace falta contratar unos buenos consejeros políticos o cambiar a los que tiene, para que no siga pasando lo que en esta semana hemos vuelto a comprobar.

Estando en una convención nacional de industriales de la transformación, el presidente Zedillo les dirige su mensaje acerca de la legislación secundaria electoral -que les comenté la semana pasada, sólo fue aprobada por el PRI- y dice que los legisladores de la oposición estuvimos en desacuerdo, no entre los partidos políticos, sino con el Ejecutivo Federal.

Para empezar era el foro más inapropiado para tratar un tema político, y segundo, como que se quitó la camiseta de Presidente de la República y se puso la de jefe de su partido, y ya con ella puesta, nos quiso hablar con visión de Estado (?).

Zedillo dijo que por encima de la óptica parcial de cada partido, debe prevalecer la visión de Estado. Esto quiere decir que el Estado es él, porque sólo él en la soledad de su despacho -como dijo otro presidente de triste memoria-, es el que puede y sabe qué es lo que es bueno para los mexicanos. De esta manera se convirtió en el gran legislador y los 500 diputados no tenemos esa visión de Estado.

Además yo me pregunto: ¿Qué necesidad tenía el presidente de comprar un pleito que no era de él? ¿Qué necesidad de enemistarse con todos los partidos de oposición, que ya representan al 50% de las población?

"Este sistema es el que mejor garantiza que el financiamiento de una campaña o de un partido no de pie a sujeciones indeseables e intereses particulares, e incluso frente a compromisos inconfesables", dijo en su intervención el presidente. ¿Le sabrá algo a su partido?

También dijo que para transparentar el sistema de financiamiento de los partidos y así todo mundo sepa del origen de los recursos de quienes contienden por el poder, o sea que nos quiso decir que lo que antes se le pasaba al PRI por debajo de la mesa, ahora por ley se le va a pasar por encimo del escritorio. Lo anterior lo denunciamos muchas veces, porque no se vale que los impuestos tan altos que pagamos todos los mexicanos, que deberían utilizarse en obras, en educación, Etc., se le pasaran al PRI. No deja de ser una bofetada para el pueblo de México, que en estos momentos de crisis se le den a los partidos más de dos mil doscientos millones de pesos.

Condenó a quienes con actitudes agresivas atacan las decisiones tomadas por la mayoría, la minoría debe cumplir con verdad, congruencia y civilidad su papel de oposición, así como la mayoría debe cumplir con responsabilidad ética y también con civilidad su misión de gobernar, y terminó diciendo que el Estado continuará firme para fortalecer la reforma política a través del diálogo.

El párrafo anterior no tiene desperdicio. Después de juzgar a la oposición de faltar a la verdad, de incongruentes e incivilizados, y que la mayoría -o sean los del PRI- seguirá tomando las decisiones que ellos o él con la única visión de Estado quieran tomar, porque para eso son mayoría, y nos invita al diálogo para seguir con su reforma del Estado. Y yo me pregunto: ¿para que el diálogo?

Cada vez me convenzo más de que en las próximas elecciones, el pueblo de México habrá de votar por su libertad, y no por quienes le piden el voto en las campañas y cuando están en el poder votan en contra de él.