Nada ha cambiado

"La nación mexicana, que por 300 años ni ha tenido voluntad propia, ni libre el uso de la voz, sale hoy de la opresión en que ha vivido. Los heroicos esfuerzos de sus hijos han sido coronados, y está consumada la empresa, eternamente memorable, que un genio, superior a toda admiración y elogio, amor y gloria de su patria, principio en Iguala, prosiguió y llevó a cabo, arrollando obstáculos casi insuperables".

El párrafo anterior es como empieza el acta de independencia del imperio mexicano, del 28 de septiembre de 1821, qué bonito se dijo y cuánto sacrificio costó, para que todo siga casi igual, sólo que los opresores han cambiado de nombre, de virrey a presidente.

En esta semana, por tercera ocasión, se discutió en la Cámara de Diputados la desaparición de la Comisión Investigadora de Conasupo, y aunque la oposición ganamos el debate, se perdió la votación, porque los diputados del PRI continúan sin voluntad propia, no obstante que obtuvimos la independencia hace 175 años.

La mala administración de Conasupo provocó un posible daño al patrimonio nacional por 209,041 millones de pesos, de acuerdo a los resultados obtenidos por la Contaduría Mayor de Hacienda en el período de 1982 a 1992, en el cual se encontraron, entre otras irregularidades cometidas, los siguientes ilícitos:

Faltante en inventarios por 61,820 toneladas de diversos productos de comercialización ejidal, lo que representó pérdida de 52.5 millones de pesos.

Faltante de 119,144 toneladas de maíz con una pérdida de 180 mil millones de pesos.

Faltante de 18,547 toneladas de leche en polvo con una pérdida de 117 mil millones de pesos.

Independientemente del maíz no apto para consumo humano importado de China, leche contaminada de radioactividad importada de Irlanda, donde por cierto se encuentra viviendo muy quitado de la pena Carlos Salinas de Gortari, ¿alguna conexión? Estos últimos comentados en editoriales anteriores.

Después de más de siete horas de. debate en donde los diputados del PRI no pudieron contestar con argumentos y sólo tuvieron desplantes en su lugar, se terminó desapareciendo la Comisión Investigadora Conasupo, que porque ya había concluido el objeto para el cual se había formado.

Sin embargo, la única razón que imperó fue la de la mayoría, donde se llegó a decir por boca de algún diputado priísta en la tribuna "porque la mayoría siempre tiene la razón y sería ilógico que se hicieran las cosas a la sinrazón de la minoría". Nunca entraron al fondo de la polémica, lo cual nos indica que en este caso, como en muchos otros, la porquería salpica hasta los más altos niveles.

Lo anterior tiene lógica puesto que si analizamos el que hoy es secretario de Comercio, ayer lo fue de alguna otra secretaría, o el que hoy es presidente de la República, ayer fue secretario de Programación y Presupuesto, con lo cual seguimos siendo muy ilusos al creer que las cosas van a cambiar por el simple hecho de que entra un nuevo presidente.

Lo que necesitamos en México para que se acabe de una vez por todas con el enriquecimiento, yo no diría inexplicable, sino muy explicable, es que el presidente del país, al igual que los gubernaturas de los estados, sea de otro partido político.

De otra manera, nada habrá cambiado, sino únicamente el nombre y apellido del titular, pero seguirá siendo más de lo mismo.

No queremos desprestigiar al PRI, el PRI se está desprestigiando solo, con actitudes que ha mantenido durante todo su vida, que son incapaces de ganar un debate, pero siempre ganan la votación, lo cual es muy frustrante para la oposición, y también debe de ser muy frustrante para ellos el no tener voluntad política, como en lo época de la Colonia.

Esta fue la razón por la que nuestro paisano el diputado perredista Víctor Quintana Silveyra se puso en huelga de hambre al momento de la votación, y que hasta el momento de escribir estas líneas continúa haciendo su llamado al pueblo de México para que despierte y ya no se vuelvan a dar este tipo de situaciones en que los que ganan son los pillos, los corruptos y los que pierden son los argumentos y la verdad.