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Carta de un diputado: No al terrorismo

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 4 de Septiembre de 1996 Página 7 Sección A

El mismo día y a la misma hora, en cinco estados de la República Mexicana, en esta semana el llamado Ejército Popular Revolucionario (EPR) atacó bases militares y de policía, dejando un saldo de dieciséis muertos, 23 heridos y un desaparecido oficialmente.

A mediados del mes el secretario de Gobernación, quien es el jefe de la política interna del país, había dicho que ya sabían perfectamente quiénes eran los del EPR, quiénes estaban detrás de este movimiento y cómo actuaban, sin embargo ¿por qué no se hizo nada por detenerlos?

El presidente Ernesto Zedillo no se anduvo por las ramas y dijo que el gobierno no podía negociar con terroristas y que se les combatiría con todo el rigor de la ley. Estamos totalmente de acuerdo con el presidente, ya que la obligación de cualquier gobierno es la de preservar la paz y el orden público, sin embargo es preocupante el contraste con las declaraciones de Chuayffet, quien ahora tuvo que tragarse sus palabras y mandar al licenciado Arturo Núñez, subsecretario de Gobernación, para declarar en nombre del Ejecutivo Federal.

Paso a analizar por qué sí tiene razón el presidente Zedillo en llamarlos terroristas, y cuáles son sus diferencias con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Para empezar, el EZLN es un movimiento de base social, en donde los encapuchados son campesinos, algunos de ellos iban el primero de enero de 1994, día en que se alzaron armados con armas de palo. Los del EPR no son un movimiento de base social, además de portar armas modernas que cuesta mucho dinero obtenerlas. Los del EZLN no son terroristas porque no atacaron bases militares o policiacas, como lo hicieron los del EPR. El EZLN de inmediato hizo clara cuál era su petición, en cambio los del EPR hasta el momento no se sabe qué es lo que quieren. El movimiento del EZLN es un movimiento de campesinos, el otro más bien parece un movimiento marxista leninista de los años sesenta. Así, la forma de presentarse de uno y otro son bastante diferentes.

En lo que sí se parecen ambos es en los tiempos políticos: uno aparece poco antes de las elecciones y el otro días antes del segundo informe presidencial; en ambos casos, cuando parecía que el país empezaba a tener cierta estabilidad. No cabe duda que quienes encabezan estos movimientos son gente preparada en táctica militar y política, aunque es claro que con fines muy diferentes entre sí.

En su comunicado a los medios de difusión, el EPR le dice al Ejército Mexicano que se pase con ellos, porque el Ejército Mexicano no es para matar a sus propios hermanos, sin embargo el EPR hasta presume de haber matado a 59 hermanos suyos del único ejército que hay en México. Esto no se vale, el ejército debe actuar, debe preservar el estado de paz y orden y si para poderlo lograr tiene que enfrentar a sus propios hermanos, quienes se encuentran armados y ya atacaron bases militares, no puede perseguirlos con flores.

Hay cosas que no se justifican, entre ellas que el secretario de Hacienda diga que no está pasando nada y la Bolsa de Valores se cae, el dólar sube de valor, no se vale querer tapar el sol con un dedo. Además de que por eso ya no se le cree al gobierno, siempre nos miente. Lo que tampoco se justifica es que en nombre del hambre y de los pobres se mate a otros hermanos mexicanos, porque no podemos darle nobleza a la violencia.

El pueblo de México quiere cambios, quiere salir de la pobreza extrema y vivir mejor, pero no por el camino de la violencia, ojalá los del EPR no sean más de 200 como dice el gobierno, para que pronto los puedan detener y acabar con ese movimiento que está perjudicando en todo sentido a México.