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Balance anual

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 9 de Enero de 2003 Página 5 Sección F

Al terminar el 2002 es importante que hagamos un balance de cómo cerró el año, desde diversos puntos de vista, y qué es lo que podemos esperar para el 2003.

Primero que nada hay que recordar que a finales del 2000 los Estados Unidos entraron en una depresión económica y,

nos guste o no, nuestra economía depende de la de nuestros vecinos, siendo muy cierto el dicho aquel de que cuando a Estados Unidos le da un resfrío a nosotros nos da pulmonía. Un año más tarde, cuando la desaceleración económica aún no era controlada, llegaron los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 provocando más problemas económicos en el mundo de los que todavía hoy no podemos salir.

Sin embargo, México ha logrado mantener su economía estable, con tasas de interés muy bajas, de tan sólo un dígito, que no sabíamos de ellas en muchos años. La inflación sigue controlada en niveles que en décadas no los conocíamos. Nuestra moneda se mantiene muy estable, no hemos tenido devaluación, aunque el gobernador del estado en repetidas ocasiones dijo que cómo era posible que Fox no devaluara la moneda, como si dependiera de que el Presidente sólo así lo ordenara. El desempleo que ha llegado, a nuestro estado, no es en todo el país, ya que hay 23 estados que han ganado empleo en los dos últimos años y solamente nueve estados han perdido empleos, y Chihuahua ocupa un primerísimo lugar en este último grupo. Preguntémonos por qué es nuestro estado de los que más problemas económicos enfrenta, cuando otros han rendido cuentas positivas.

Dentro del contexto económico mundial México ha salido adelante, basta y sobra voltear los ojos a otros países como Perú, Argentina, Venezuela, en Latinoamérica, o Alemania e Italia en Europa. por mencionar sólo algunos. Este logro parece pasar desapercibido para muchos, pero en verdad es mucho lo que se ha logrado a pesar que el H. Congreso de la Unión no ha querido pasar muchas reformas de fondo que hubieran hecho que estuviéramos mejor de lo que estamos.

En lo político también se ha avanzado mucho, aunque tengamos algunos gobernadores como el nuestro que insisten en regresar al autoritarismo del que ya los mexicanos no queremos saber. Hoy la figura del presidencialismo se ha ido desmitificando. Por un lado ya lo que diga el Presidente no necesariamente será de esa manera, ya que anteriormente era como la canción aquella de que "mi palabra es la ley". El propio Presidente se ha encargado de hacerla desde su toma de posesión, en la que le dijo al H. Congreso de la Unión que "de ahora en adelante el Presidente propone y el Congreso dispone". Hoy en día todo mundo puede opinar del Presidente en la forma que quiera, sin esperar represalias como sucedía antes o como sigue sucediendo en algunos estados cuando alguien se atreve a criticar o hacer notar los errores del gobernador.

La democracia ha avanzado en toda la República y hoy tenemos una apertura y una libertad de expresión que antes no teníamos, aunque el hecho de haber logrado que se reconociera el triunfo de un presidente de un partido diferente al que había gobernado este país durante 70 años "milagrosamente", en forma ininterrumpida, no quiere decir que ya llegamos a la democracia, sino que apenas es el comienzo de esta transición, al final de la cual esperamos llegar a un sistema democrático al que aspiramos todos los mexicanos.

Lo que podemos esperar para este 2003 es que en lo económico seguirán las incertidumbres, ya que los Estados Unidos no han logrado nivelarla y además con la amenaza de la guerra contra Irak, los precios del petróleo subiendo a niveles nunca vistos. Esto es bueno para México, que exporta ese energético, pero es malo para el mundo porque no permite que la economía arranque de nuevo con los combustibles tan caros. Las tasas de interés han llegado a niveles nunca vistos de casi nivel cero y aun así la economía no arranca de nuevo. Se espera que en la segunda mitad del año las cosas empiecen a mejorar aunque con cierta lentitud.

En lo político se espera un año muy jaloneado para las elecciones intermedias, que antes pasaban casi desapercibidas pero que hoy son cruciales para poder desentrampar el Congreso de la Unión, que ha avanzado muy poco por la falta de mayoría de diputados y por la falta de consensos. Ojalá que las campañas sean de propuestas, como lo está proponiendo el PAN, y no de descalificación.

El 2002 fue un buen año en lo general, aunque todos queremos que sea mejor el 2003.