Sexenio sin acuerdos

El viernes pasado, 30 de Abril cerró el período de sesiones del H. Congreso de la Unión con un trabajo a medias, ya que no llegaron a acuerdos en los cambios estructurales que necesita el país, característica de este sexenio al que le quedan sólo 17 meses para terminar.

Según el académico Lorenzo Meyer, la falta de negociación ha sido la característica de este gobierno, "es el problema genético del sexenio", expresó. El único acuerdo posible entre las fuerzas políticas de México es mantener los conflictos dentro de los límites manejables. "No podemos pedir una negociación sustantiva antes de llegar a las urnas en el 2006, ya es muy tarde para eso, el gran diálogo nacional se debió haber dado en el momento en que tomaba el poder Vicente Fox, ahora ya lo que queda por hacer es administrar bien el final".

Las comisiones en la Cámara de Diputados y la de Senadores no trabajan en conferencia, por lo tanto las minutas que son enviadas de una Cámara a la otra son modificadas completamente o a veces se prolonga indefinidamente su aprobación. El senador Cesar Jáuregui Robles, vicepresidente del Senado, reconoció que durante el período ordinario de sesiones que concluyó el viernes pasado nunca se pudo acordar una agenda conjunta entre ambas Cámaras. "Nunca hubo acuerdos de agenda, no hubo nada, no hubo interés, nunca se concretó nada", expresó Jáuregui en tono molesto y decepcionado.

En este período de sesiones se presentaron 76 reformas a leyes y solamente fueron aprobadas 20 por ambas Cámaras, las cuales fueron enviadas al Ejecutivo para su publicación, es decir que se quedaron 56 iniciativas sin que las aprobara la otra Cámara dictaminadora. Un trabajo completamente descoordinado, básicamente por la falta de diálogo político entre los diversos grupos parlamentarios.

Al H. Congreso de la Unión le quedan dos períodos de sesiones antes de terminar su gestión, de septiembre a diciembre de este año, período en el que se aprueba el Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos del Ejecutivo Federal, tema en el cual ha habido mucho jaloneo en los últimos dos años y que les volverá a quitar mucho tiempo que se podía dedicar a sacar los temas estructurales del país y que nos han ido poniendo en desventaja con los demás países. El último período de sesiones será de marzo 15 al 30 de abril del año que entra, que ya estaremos en plena campaña electoral, por lo que ya no podemos esperar mucho trabajo legislativo.

Entre los temas pendientes que quedaron en este período de sesiones están el voto de los mexicanos en el extranjero, la reforma electoral, el régimen fiscal de Pemex y la reforma laboral, entre otros. No pensarán los diputados y los senadores utilizar ese período de receso par ponerse de acuerdo y tratar de mejorar los resultados que hasta ahora han dado? Voluntad política es lo que se necesita, sobre todo de los legisladores que hoy se consideran de oposición, PRI y PRD, aunque en realidad en el H. Congreso de la Unión no son de oposición, ya que ninguna fuerza política tiene la fuerza necesaria para poder sacar cualquier reforma adelante.

Lorenzo Meyer nos da una frase que es demoledora en la política: "Para negociar hay que partir del hecho que no se puede eliminar a una de las partes".

Sergio Aguayo, académico del Colegio de México, nos dice: "Lo que tenemos que evitar es llegar a ese punto de no retorno, en el cual los actores ya no tienen ninguna alternativa, salvo lanzarse a destruir al adversario, que deja de serlo para convertirse en enemigo y en la democracia esta distinción es fundamental: quienes participan no son enemigos, son adversarios".

Ojalá que en estos 17 meses que quedan a este sexenio se pudiera llegar a acuerdos mínimos indispensables para que tengamos un país más sustentable en el futuro.