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¿Qué gobierno queremos?

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 21 de Junio de 2005 Página 4 Sección F

Se está acercando rápidamente el 2006 y con él llegarán las elecciones para cambiar Presidente de la República y el H. Congreso de la Unión en su totalidad, es decir todos los diputados federales y todos los senadores.

Me llama poderosamente la atención que quien fue dado por muerto para la elección que viene (así lo decía AMLO en las entrevistas de prensa de madrugada que acostumbra dar desde que llegó a la Jefatura del Distrito Federal) haya resucitado y no sólo camine en dirección a la Presidencia del país, sino que una buena parte de los medios de comunicación hagan encuestas y el "muertito" salga tan alto en las mismas. ¿Realmente queremos esa clase de gobierno los mexicanos?

Según un trabajo que presentó el periódico Reforma de la ciudad de México, López Obrador hizo su carrera universitaria en la misma forma en que habla: pausadamente terminó en 14 años una carrera que normalmente se hace en 5, sin que esto quiera decir que necesariamente es malo, pero fue un estudiante fósil, observándose que la materia de economía la reprobó en dos semestres, al igual que matemáticas y estadísticas. Sin embargo, ahora quiere dirigir la economía de todos los mexicanos desde el cargo máximo del país. Tan se siente muy "leido y escribido", como dicen en nuestra tierra, que hasta un libro sobre economía escribió: "Un proyecto alternativo de nación", en el cual pretende elevarse a catedrático de México, cuando muy forzado pasó la clase de economía en la Universidad, es decir que pasó por la Universidad, pero por fuera y de lejos, sin haberse distinguido por el trabajo arduo y responsable que debe temer cualquier estudiante que cursa sus estudios en forma gratuita en la UNAM, gracias al esfuerzo de todos los mexicanos que pagamos nuestros impuestos.

¿Queremos de Presidente a alguien que no respeta la Ley? Ya vimos cómo logró escapar del desafuero, así como a la inhabilitación del cargo y de otros cargos futuros, gracias a su habilidad para movilizar gente e impresionar así a medios y políticos. Gracias a la misma técnica es que llegó al puesto que ocupa actualmente, ya que AMLO no tenía los cinco años de residencia que necesitaba para ser el jefe de los capitalinos, sin embargo su secretario particular en aquel entonces, René Bejarano, el de los famosos videos, logró negociar con Ernesto Zedillo para que su candidatura fuera aceptada, ya que de otra manera iba a haber movilizaciones y como pensaron que ese pez no llegaba a la orilla, lo dejaron competir y ahora tenemos la ilegalidad tratando de llegar a la Presidencia.

Ralf Dahrendorf, uno de los pensadores más prestigiados de nuestro tiempo, ha dicho que "en un país que ha dejado la dictadura (como la dictadura de partido que tuvimos en México durante casi 70 años), los constitucionalistas deberían dejar al Estado de Derecho el primer lugar y a la democracia el segundo", es decir que si cuidamos el cumplimiento de la Ley, la democracia se cuida sola. El peligro es inminente en caso de llegar AMLO a su pretensión.

Maneja tan bien la economía, que la deuda del Distrito Federal era de 17 mil millones cuando él recibió el gobierno y en menos de cinco años casi se ha triplicado, llegando a poco más de 45 mil millones. Claro que le da $680 mensuales a cada uno de los viejitos de la ciudad de. México, que suman más de 300,000, en los cuales desembolsa 2,500 millones de pesos al año, dinero de todos los mexicanos, pero para alguien que no sabe de economía -pero sí de votos- la cantidad que le importa es precisamente cuántos votos representan esos 300 mil viejitos; ya que todos ellos tienen al menos 6 o 7 parientes muy cercanos que están bien agradecidos por la ayuda prestada, esto le da más de 2 millones de votos.

Hay un principio básico en economía, que AMLO obviamente no aprendió, y es que la riqueza no puede repartirse, la riqueza hay que producida, ya que de otra manera lo único que vamos a lograr en el corto y el largo plazo es más pobreza.

No esperemos a que los medios de comunicación o los analistas políticos nos digan cómo votar, ya que el dinero y las fobias y filias ideológicas ciegan hasta al más cuerdo.