Imprimir Página         

Dale un madrazo al dedazo

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 8 de Noviembre de 2005 Página 5 Sección F

¿Recuerda usted esa frase? A la mejor ya se le olvidó, porque fue acuñada y ampliamente difundida hace seis años por el hoy virtual candidato del PRI a la Presidencia de la República, en contra del dedazo que se veía venir con toda claridad a favor de Francisco Labastida Ochoa.

¿La recordará Roberto Madrazo ahora? Seguramente que sí, pero si le preguntan seguramente fingirá demencia, ya que ahora él es producto del mismo dedazo que hace seis años criticaba, pero que ahora le favorece, ya que fue él mismo el que se dio el dedazo para sí mismo, y ni modo que se de un madrazo a él mismo.

El madrazo al dedazo lo están dando sus propios adversarios internos, quienes le han hecho la vida de cuadritos en cuanto lugar se presenta, así corno también hemos visto cómo han aparecido carteles, engomados y toda clase de propaganda que dice: "¿Tú le crees a Madrazo? Yo tampoco". Los simpatizantes de Madrazo han empezado una contra ofensiva en los actos del Presidente Fox, donde ponen cartulinas que rezan: "Elba Esther,mula de Troya de Fox", tratando con ello de culpar al Presidente de sus problemas internos, pero lo equivocado de esto es que Fox no tiene absolutamente nada que ver con esa campaña y además no es candidato a nada, ni Elba Esther.

Francisco Labastida Ochoa, quien fue el candidato presidencial del PRI (por dedazo del entonces Presidente Ernesto Zedillo) en la elección pasada (2000), ha declarado que lo mejor que le puede pasar al PRI es que Madrazo decline la candidatura para que se pueda escoger otro candidato, porque de lo contrario lo más seguro es que el PRI quede en tercer lugar, como ya lo marcan todas las encuestas.

La farsa de contienda en el PRI parece un mero trámite sencillo para Madrazo, pero la verdad es que cada día que pasa se le pone peor el asunto, ya que no se trata de Moreno (creo que así se apellida el otro contrincante interno del PRI) sino de lo mal que se están viendo ante el público, y así por ejemplo el supuesto debate entre Moreno y Madrazo, debate que nadie vio y escucho ni tampoco leyó en los medios, en lugar de ayudarles los hundió más. Lo que sí no entiendo es por qué el Sr. Moreno no ha declinado sus aspiraciones, ya que todos sabemos como se las gastan en el PRI. Dicen que el proceso de elección interno les va a costar 60 millones de Pesos. ¿No se habrá conformado con el 50% Mr. Moreno? ¿O no se lo habrán ofrecido pensando que era mejor seguir con esa farsa de elección?, ya que en su reciente visita a nuestra ciudad declaró que ya se había gastado todo su patrimonio en esta precampaña, los 5 millones de pesos de ahorros conque contaba de décadas de ahorro de su trabajo, ya se le habían acabado, pero que valía la pena.

Madrazo la tiene sumamente difícil, ya que sus verdaderos enemigos no se van a quedar quietos. Los gobernadores priístas que en su momento crearon el Tucom (Todos unidos contra Madrazo) no creo que se vayan a quedar quietos, y si lo hacen, triste será su calavera, ya que pueden ir pensando cómo les iría en el muy remoto caso de que Madrazo llegara a ganar, con lo autoritario que es, lo más seguro es que los obligue a renunciar uno por uno. Y qué decir de los maestros, si al final del día ceden ante Madrazo, ya se pueden dar por muertos.

El mismo escenario se ve en el PRD donde el dedazo trabajó a la perfección a favor de Andrés Manuel López Obrador, a grado tal que ni a su líder moral, Cuauhtémoc Cárdenas, le dieron oportunidad de competir, y lo que pasa es que son hijos de la misma madre: el autoritarismo, y la imposición, de tal manera que sólo cambian de nombre, pero al final son lo mismo.

El único partido donde nunca ha habido dedazo es el PAN y para prueba tenemos el más reciente proceso interno, donde se pensaba que podía haber dedazo y los panistas eligieron con toda libertad su candidato, Felipe Calderón, quien hoy va hacia arriba con una fuerza imparable.

Dale un madrazo al dedazo, es la consigna en todo el país, porque ya los mexicanos no queremos imposiciones.