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Carlos Medina Plascencia

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 8 de Marzo de 2005 Página 4 Sección F

El recién pasado fin de semana tuvimos en la ciudad de México la elección del nuevo presidente nacional del PAN, donde los cuatro contendientes que participaron tienen todas las cualidades para llegar, y aunque Carlos Medina Plascencia no ganó, me parece que es un panista con una historia política envidiable que nos obliga a hacer todo lo que sea necesario para que continúe en esta brega de eternidad, como lo decía nuestro fundador Manuel Gómez Morín, ya que después de su derrota anunció que una vez que concluya su período ,como senado ya no volverá a buscar puesto público alguno, ni dentro del partido, aunque como él mismo lo declaró: "Aquí cierro un capítulo de mi vida política. Por supuesto que seguiré siendo panista, y por supuesto que seguiré luchando desde mi trinchera".

Carlos fue el primer presidente municipal panista de León, Guanajuato, y desde entonces los panistas no han perdido ese importante municipio, ganando seis elecciones consecutivas, pero no sólo eso, sino que cada elección el PAN va aumentando su votación. Cuando Medina ganó la primera vez, el PAN obtuvo cincuenta mil votos en números redondos, votación que fue creciendo elección tras elección, hasta llegar a más de 150,000, en la última. Esto se debe a que desde la primera vez que gobernó el PAN en este municipio, se gobernó al más puro estilo panista y además se sentaron las bases muy sólidas para que realmente se desterrara por muy largo tiempo el autoritarismo, la corrupción y los abusos del PRI. En este caso resultó cierto que las acciones hablan más que mil palabras y los leoneses así lo entendieron.

Llega Medina a gobernador del estado circunstancias por demás difíciles, ya que el candidato había sido Vicente Fox, pero como este había ironizado al presidente Salinas de Gortari cuando Fox era diputado federal y se subió a la tribuna de San Lázaro con una calva y grandes orejas para criticar al presidente por uno de tantos fraudes electorales que había cometido (como era costumbre priísta durante 60 años), situación que no le perdonó Salinas de Gortari, quien como ya sabemos era vengativo a más no poder, de tal manera que le dan el gane al candidato del PRI, que no había ganado, pero fue tanta la presión ciudadana que el "supuesto ganador" no se atrevió a tomar posesión y fue entonces que el Congreso del Estado decidió poner como gobernador interino al exitoso alcalde panista saliente de León.

Como gobernador interino, no sabía cuándo el Congreso del Estado (con mayoría priísta) iba a sacar la convocatoria para las nuevas elecciones, porque la Constitución de ese estado no lo decía, pero esto no fue impedimento para que Carlos se dedicara a trabajar con mucho ahínco y organización, como si fuera su primer día de trabajo, sin saber cuándo sería el último. Cambió la Ley Electoral del Estado (por supuesto que convenciendo a los diputados, quienes son los que legalmente pueden cambiarla) para darle transparencia a las elecciones, puso un canal de televisión del Estado para que ahí se transmitieran todas las sesiones del Congreso y todo lo que el Gobierno tuviera que difundir a la ciudadanía, para que ésta recibiera información de primera mano y sin interpretación alguna.

Todos los proyectos de obras de infraestructura se llevaron a cabo con la mente en el largo plazo, aunque Medina sabía que en cualquier momento el Congreso podía decidir convocar a elecciones y terminar con su mandato.

Los comentarios acerca de su administración eran tan buenos, que los propios priístas reconocían que el trabajo era excelente y por ello le permitieron quedarse casi cinco años como gobernador.

Manejó las finanzas tan bien, que no sólo no dejó deudas, sino que dejó en caja más de 5 mil millones pesos que fueron una excelente plataforma para que el siguiente gobernador, que ya fue reconocido Vicente Fox, quien volvió a competir, luciera muy bien como gobernador, gracias a sus propias cualidades, pero gracias también a que le habían dejado excelentes bases políticas y económicas.

La gubernatura de Guanajuato no se pierde desde entonces. No cabe duda que cuando se gobierna con los principios y proyectos de Acción Nacional, la gente lo aprecia y continúa apoyando a los candidatos de ese partido.

Carlos Medina Plascencia es un panista que no podemos damos el lujo de dejar en la banca política desperdiciándose, pues no están los tiempos para ello. El país y el PAN lo necesitamos.