Hágase la voluntad... en los bueyes de mi compadre

No cabe duda que nuestro país se encuentra en manos de unos diputados federales "de oposición" que no han sabido serlo y no les importa qué pueda suceder con México, mientras ellos puedan llevar agua a su molino partidista o grupal.

Ahora sabemos que los diputados del PRI, PRD, PVEM, PT y compañía, bajaron las partidas presupuestales a todo lo que no fuera gobierno de sus partidos, así como al Poder Judicial, al gasto corriente del Presidente de la República e inclusive al propio Senado, que es la otra Cámara legisladora, pero ellos mismos se aumentaron un 11 % en todas sus partidas, incluyendo sus salarios, dietas, viajes y gastos de representación.

Como el tema del presupuesto de gastos es materia exclusiva de la Cámara de Diputados, pues se sirvieron con la cuchara grande, a pesar del discurso de que había que apretarse el cinturón, que debería programarse gasto de inversión y no gasto corriente como son los sueldos y salarios de los servidores públicos. Pero uno es el discurso y otra cosa muy distinta los hechos; lo único que mostraron fue una ausencia total de congruencia.

En los últimos cuatro años, incluido el 2005, los diputados de oposición no han autorizado un peso de aumento al que tendrían derecho por efectos de la inflación los jefes de unidad, titulares de entidades federales, subsecretarios de Estado, así como a secretarios y al Presidente de la República. Con este último aumento que se otorgaron los diputados, ahora ganan más que algunos secretarios de Estado, subsecretarios, etc.

Por otro lado, los medios de comunicación nos han dado cuenta del desastre que causó el derrame de un ducto de Pemex en el municipio de Agua Dulce (nombre que hasta parece irónico), donde fueron contaminados los arroyos El Burro y Agua Dulcita, así como parte del río Tonalá, donde vimos cómo miles de peces muertos empezaron a aparecer en las orillas de los arroyos, principalmente de mojarra tilapia, guavinas, chucumites y sardinas, así como muchas vacas, caballos y todo aquel animal que había bebido el agua contaminada por los más de 300 barriles de nafta ligera que fueron derramados por el ducto que reventó.

¿Qué tiene que ver el accidente de Pemex con los diputados federales? La conexión es muy sencilla: mientras los legisladores se han aumentado año con año sus ingresos generosamente, se han negado sistemáticamente a hacer las reformas estructurales que el país necesita y este accidente en el ducto de Pemex sucede porque tiene más de 30 años y los diputados no han querido hacer las reformas que permitan que todas nuestras instituciones estratégicas, como Pemex, la CFE, el IMSS, etc., puedan modernizarse. Ahora es Pemex, al rato serán apagones programados en algunas zonas del país porque no hemos podido avanzar en crecimiento y modernización de las plantas generadoras de luz como México lo requiere.

Por otro lado, también los diputados de oposición junto con los gobernadores de esos mismos partidos, sólo hay que recordar el protagonismo de la Conago, encabezada por el exgobernador de Chihuahua, que prácticamente han secuestrado los excedentes petroleros que nuestro país está recibiendo por el precio tan elevado que tiene el barril de crudo en los últimos años, de tal manera que todos los excedente deben ser repartidos entre los estados, en lugar de que la paraestatal pueda modernizarse, claro que algunos de estos recursos sirvieron para hacer parques de béisbol, destruir algunos y hacerlos de nuevo, aunque no hiciera falta, a pesar de que hubiera cosas más importantes que resolver, sobre todo más básicas para el desarrollo de nuestra gente, como escuelas, hospitales, etc.

El país se desmorona porque no hay reformas de fondo que están haciendo mucha falta, mientras los diputados viven tranquilamente en otro México que nada tiene que ver con ellos, pero quién sabe cuánto quede para que el destino nos alcance a todos, incluyendo a los diputados opositores, sus hijos y sus nietos.