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La democracia

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 21 de Enero de 2003 Página 5 Sección F

Pensamos que después del 2 de julio del 2000 ya habíamos llegado a la democracia, pero la verdad es que para los panistas la democracia nunca termina de perfeccionarse, pero de forma general podemos decir que la democracia es la organización racional de las libertades con base en la ley. Es la distribución equitativa del saber, del tener y del poder.

Democracia es la institucionalización del diálogo. Es confianza en la palabra razonable y veraz. Es la voluntad de convivencia con quienes piensan diferente. Es decisión de fundar la autoridad en la razón, para que la autoridad tenga la razón que la sociedad le dé. Estamos convencidos de que el progreso humano y, por lo tanto, el progreso de la Nación, depende de la capacidad que tengamos de edificar un estado de libertad en el que nuestras acciones estén motivadas por la responsabilidad social y se dirijan al bien común. La responsabilidad social es la decisión de actuar para evitar o curar el daño que un hombre le puede causar a otro hombre.

Hoy, mejor que nunca, valen las palabras de Manuel Herrera y Lazo, uno de los fundadores del PAN, que decía hace 60 años que "la democracia es más que una forma de gobierno, es condición de dignidad humana y exigencia de decoro cívico. Es un régimen político; pero más que eso, una tendencia natural, una dirección histórica, en evolución social. Más que una doctrina, es una atmósfera, un ambiente, un clima moral. Es, en suma: el ideal de gobierno para hombres libres".

El 2 de julio del 2000 nos ha acercado al ideal de hombres y mujeres libres, debemos ahora utilizar ese gobierno de hombres y mujeres libres para llegar a la justicia. Es nuestro deber hacerlo porque la realidad democrática es siempre inacabada y sus acciones y resultados son siempre perfectibles. Hoy debemos usar el primer gobierno democrático para sentar las bases para una verdadera democracia. Así, enfrentamos el reto más importante de nuestra generación, que es la consolidación de una democracia fuerte, eficaz, que nos lleve a alcanzar la justicia, sobre todo cuando el partido que tenía 70 años en el poder se resiste a vivir sin él y está haciendo todo lo necesario para que tengamos una regresión al autoritarismo que vivimos durante su reinado.

Decía Adolfo Christlieb, también de los primeros presidentes nacionales del PAN, que "alcanzar el ideal democrático implica la realización de programas muy ambiciosos y exige de los ciudadanos una formación y una moral políticas que requieren trabajo, dedicación, cooperación y perseverancia. Por eso la lucha por la democracia nunca termina, y se mantiene generación tras generación y diariamente se renueva, ese es el verdadero sentido de la "brega de eternidad" de que nos hablaba Gómez Morín. Los demócratas siempre cuidan y defienden la democracia".

Los ciudadanos y los partidos políticos de oposición al partido reinante del PRI, impulsaron la transparencia y la equidad electoral. Este es un logro histórico que satisface décadas de esfuerzo, pero la sociedad exige resultados. La gobernabilidad no es ausencia de descontentos, sino el ambiente propicio para que florezca la responsabilidad social Si el reto durante décadas fue democratizar el acceso al poder público, el nuevo reto es hacer eficaz y democrático el ejercicio del gobierno para hacer de este país uno más justo.

Decía Carlos Castillo Peraza, exdirigente nacional del PAN, que "estado, gobierno y partidos políticos entendamos la necesidad de la República, junto con la necesidad de la democracia, que comprendamos que lo único peor que una república sin democracia, es una democracia sin república".

Debemos facilitar el adecuado funcionamiento de un régimen de separación de poderes con un sistema multipartidista. Un sistema unipartidista como el que teníamos, anula la separación de poderes y deforma el sistema presidencial en su patología hiperpresidencialista. Un sistema multipartidista acentúa la separación de poderes y puede dificultar el ejercicio del buen gobierno, si las instituciones no se alinean para inducir la cooperación y la responsabilidad. La división de poderes no excluye la cooperación de poderes, al contrario, la requiere especialmente.

Realizar los cambios que nuestra naciente democracia requiere para ser eficaz es permitir que los hombres y mujeres vivan su libertad con responsabilidad social y lograr que la República prospere en la democracia y con ello avanzar a la justicia y al bien común.