La política al servicio del hombre

Primero se descubrieron los sobornos de "niño verde" que más bien es "el niño muerde", en los cuales se vieron en todo el país videos en los que el presidente nacional del Partido Verde acepta que le den dos millones de dólares a cambio de ayudar en un proyecto de inversión en Cancún, tema sobre el cual ya comentamos la semana pasada.

Esta semana sale a la luz pública que el secretario de Finanzas del Distrito Federal se la pasaba jugando en las Vegas, a donde viajaba en repetidas ocasiones durante el año y rentaba todo un piso para él y sus amigos en uno de los mejores hoteles, y "de pronto" se dan cuenta de que había robado del erario 31 millones de pesos, pero para ese momento el secretario de Finanzas del Distrito Federal ya había puesto tierra de por medio y, además, desde dos semanas atrás había borrado todo de sus archivos, al grado de no dejar ni su agenda para que no le pudieran seguir la huella acerca de los lugares donde había andado, con qué personas se había entrevistado, Etc.

Casi a renglón seguido, se descubre también mediante un video que da la vuelta a todo el país, que el coordinador de los diputados locales del Distrito Federal (asambleístas) recibió 45 mil dólares de un empresario que vive con Rosario Robles, ex presidenta nacional del PRD, y de ahí se desata una serie de acusaciones entre varios miembros de ese partido, que ya no viene mucho al caso relatar en este editorial porque son del dominio público.

¿Por qué está sucediendo todo esto? ¿Es algo nuevo en nuestro país? No, para nada. Lo que sucede es que esto ocurría antes, y en grado superlativo, pero como todos eran de la misma "familia robolucionaria" no se sabía nada, sólo veíamos políticos que entraban a los cargos públicos con una mano atrás y otra adelante, a la vuelta de años tenían propiedades por todos lados y terminaban viviendo como reyes, es decir que "se tapaban" unos a otros, porque siempre se repartían entre ellos, de tal manera que sólo ellos sabían con exactitud cuánto era lo que robaban de los dineros del pueblo.

¿Por qué ahora sí nos damos cuenta de esas desviaciones? En primer lugar, porque ahora los gobernantes no son ya todos del mismo partido político, sino que gracias a la participación del pueblo en las elecciones y en la política, ahora tenemos pluralidad de gobernantes. Por otro lado, hoy hay más transparencia en el manejo de las finanzas públicas, no la suficiente, pero hemos avanzado mucho, ya que antes nadie sabía nada de los dineros públicos.

Ahora también tenemos algunos medios de difusión que no forman parte del sistema, o como dirían los americanos, del "establishment', y se la pasan "escarbándole" a los funcionarios públicos para ver si los hacen caer y a veces lo logran. Enhorabuena.

¿Qué se necesita hacer para que estas manzanas podridas no pudran al resto? En primer lugar se requiere que los hombres y las mujeres que entren a la función pública, sean gente que lleve en mente servir a los demás, porque eso es la política, y que tengan sus principios bien plantados, porque si no es así, no van a ser capaces de resistir cañonazos de dos millones de dólares. Por otro lado, se requiere la aplicación estricta de la ley y que nadie goce de impunidad, para que ahora sí sea efectivo aquello de que "el que la hace, la paga", sin excepción alguna, porque ya no se vale que este país, que tiene todo para ser una nación de primer mundo no lo sea y no lo hayamos logrado por 70 años de malos gobiernos priístas y ahora uno que otro de otro partido.

Debemos acabar con la discrecionalidad en el manejo de los recursos públicos, para lo cual debemos mejorar las leyes a fin de que los Congresos (el federal y los estatales) aprueben los presupuestos de egresos y las leyes de ingresos federal y estatales, de tal manera que los ejecutivos tengan cada vez menos discrecionalidad.

Necesitamos nuevos ordenamientos legales para fiscalizar mejor a los partidos políticos, así como una mejor supervisión de las campañas políticas, pero sobre todo es urgente que se regulen por ley las precampañas de los partidos, porque luego vemos cómo los candidatos del PRI gastan más en la precampaña que en la campaña misma, debido a que la primera no está regulada por nadie.

Es urgente la compactación de las campañas electorales, ya que casi todos los meses y casi todos los años estamos en elecciones, lo cual provoca el desorden -y en el desorden suceden muchas cosas-. Deberíamos tener un solo día nacional de elecciones para que estas se lleven a cabo con mesura y responsabilidad.

En el PAN no nos queremos dar baños de pureza, porque como seres humanos que somos quienes lo formamos, no estamos exentos de que alguno de nuestros gobernantes caiga en esas tentaciones. Sin embargo, siempre hemos luchado por la dignificación de la política, y ahora por un acuerdo del Consejo Nacional del pasado sábado lucharemos por rescatar la política con valores éticos y patrióticos, pues hoy se encuentra más devaluada que el peso en los gobiernos priístas.

La política es la más excelsa de las actividades del ser humano, ya que es para servir a los demás, sólo que el rumbo ha estado perdido desde hace ya 70 años, pero lo vamos a recuperar.