Juego de niños

Todos hemos visto y tomado conciencia de que nuestro planeta está cambiando sus climas en los últimos años, pero sobre todo aquí en Chihuahua, donde el invierno nunca llegó y el verano parece no querer llegar, adicionalmente a una intensa sequía desde hace ya más de cinco años.

La temperatura parece ir en ascenso año tras año y fue el año pasado el más cálido desde 1866 (más de 100 años) y de 1980 a la fecha hemos tenido los 14 años más calientes de la historia y no me refiero a la política.

Muchos de los cambios ocurridos fueron atribuidos al famoso "Niño", en donde algunos países le llamaron "El niño terrible" o "L'enfant terrible", sin embargo este hecho que ciertamente cambió climas, lluvias y demás situaciones climatológicas pudieron preverse las consecuencias, porque se trata de un fenómeno que es pronosticable, hasta cierto punto.

Sin embargo, culpar al "Niño" o a la "Niña" de los desastres naturales es quitarnos la responsabilidad que tenemos los seres humanos al permitir que la energía del planeta, que proviene del sol y que es absorbida por continentes, atmósferas y océanos, se haya visto desbalanceada por la mano del hombre. Principalmente el aumento del bióxido de carbono (Co2) es el resultado de la creación de la riqueza y bienestar que han producido gases que son conocidos como "el efecto de invernadero", de tal manera que impide que la energía sea devuelta al espacio produciendo un sobrecalentamiento de la Tierra, que ha provocado cambios dramáticos en nuestro hábitat.

Algunos científicos han construido simulaciones bajo el supuesto de que el bióxido de carbono se duplicará en los próximos 50 años y los resultados no son nada alentadores.

El balance ecológico y climatológico de nuestro planeta está conectado entre sí, de tal manera que el calentamiento conduce a que exista mayor energía en la atmósfera y ésta se expresa en fenómenos como "El Niño", huracanes, inundaciones, sequías, Etc.

Nuestros antepasados pensaban que las épocas de lluvia, invierno, verano, Etc., siempre serían las mismas y nunca se les ocurrió que pudieran venir cambios como los que estamos hoy en día viendo y a los cuales tendremos que adaptamos para vivir mejor.

Pero el que parece que nunca cambiará es el sistema del PRI-Gobierno, y lo hemos visto con toda crudeza en los últimos días a través de su dirigente nacional, que lo mismo puede decir que la elección de su candidato será únicamente a través de delegados, como siempre ha sido (léase dedazo) como al visitar algún otro estado y recibir la presión de sus militantes no tiene empacho en declarar todo lo contrario diciendo que la elección será totalmente abierta.

Sin embargo, en sus últimas declaraciones ha manifestado que aventajan en la contienda interna Francisco Labastida y Miguel Alemán, sin fundamento y sin encuesta que lo sustente, por supuesto que los otros contendientes han replicado airadamente que el presidente de su partido (electo "democráticamente") está manifestando públicamente más bien sus preferencias, porque no hay encuestas que avalen lo dicho por González Fernández, lo cual señala con toda claridad por dónde va el dedazo que como dijera Manuel Bartlett, ya no es un dedo, sino toda la mano.

Si hasta lo que se pensaba que nunca iba a cambiar como el clima, hoy en día ha cambiado, ¿se irá a morir el PRI sin haber cambiado?