Lobo con piel de cordero

No cabe duda que lo que dicen los refranes populares es muy cierto, y para el caso del presente escrito aquel que dice que "el miedo no anda en burro" se aplica estupendamente a todos aquellos que por su miedo incontrolable quisieran apretar el paso, por lo que deciden bajar del penco y tratar de correr.

En las semanas pasadas vimos cómo se desenvolvía la sucesión (si se le puede llamar de esa forma) de la dirigencia nacional del PRI, donde desde un principio se veía con toda claridad no sólo el dedo todopoderoso que manda desde Los Pinos, sino toda la mano metida para obligar a renunciar sin motivo alguno a Mariano Palacios Alcocer y poner a José Antonio González Fernández, en una "contienda" interna en la cual los grupos que pretendían democratizar su partido, como son la "Corriente Democratizadora, el Grupo Galileo", Etc., decidieron lanzar sus propios candidatos en las personas. de Rodolfo Echeverría Ruiz y el senador José Luis Soberanes, para presidente y secretario general, respectivamente, fórmula que finalmente renunció a su intento al convencerse de que definitivamente era más que imposible pretender ganar lo que desde Los Pinos ya había sido decidido.

Para algunos resultó jocoso, para otros frustrante y para otros irritante el hecho de que al día siguiente de renunciar a la contienda la corriente opositora, el expresidente de México Luis Echeverría Álvarez, con toda desfachatez, cinismo y poco respeto a su propia familia, se adhirió públicamente a la candidatura de González Fernández.

Aún con todo el "show" desplegado por el partido oficial, cuando finalmente se supo el número de delegados que nadie podía conocer, se supo públicamente que sólo asistió un poco más del 70 por ciento de los delegados, mandando así el 30 por ciento inasistente un claro mensaje. de su rechazo al método de elección del nuevo presidente nacional del partido. Además, entre los asistentes hubo un 5 por ciento de abstenciones, equivalentes a decir "asistimos pero no estamos de acuerdo con el candidato".

Ahora resulta que al nuevo presidente nacional del PRI, después de haber sido electo bajo un sistema totalmente antidemocrático, en sus primeras declaraciones públicas le da por hablar de democracia, transparencia, elecciones justas, Etc., con lo cual se confirma una vez más que en una buena parte de las "campañas" internas o externas de la gente del PRI, una cosa es lo que dicen y otra lo que se hace, al final de cuentas muy diferente.

Ojalá que el pueblo de México tomara cada día más conciencia del lobo disfrazado con piel de cordero que año tras año, elección tras elección, se mete al gallinero a comerse las gallinas y después se retira con su misma piel de cordero, aunque hay algunos casos en los que ya a la salida se les descubre, como es el del exgobernador de Quintana Roa, Mario Villanueva.