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Los pantalones de Felipe Calderón

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 20 de Octubre de 2009 Página 19 Sección B

Hace 8 días que escribíamos sobre las aberraciones que sucedían en Luz y Fuerza del Centro (LYFC), y al mismo tiempo era publicado en el periódico oficial de la federación, la desaparición de la misma, así como la toma de las instalaciones por parte de la policía federal.

Esta decisión se retrasó más de 18 años por falta de pantalones presidenciales, LYFC era desde hace muchos años una empresa altamente ineficiente, baste y sobre el siguiente dato: 44,000 empleados en activo (más 22 mil jubilados) de LYFC daban energía eléctrica al 20% de lo habitantes del País, contra 67,000 trabajadores de la CFE que le surten energía al 80% restante. ¿Desproporcionado no? Y la CFE no es un ejemplo de eficiencia que digamos.

Lo demás que se pueda decir ya sale sobrando, como cuando apareció el fax, no lo podía operar porque el contrato colectivo con el sindicato mexicano de electricistas (SME) no lo especificaba como una función que debía de desempeñar el personal de oficina, así que a contratar personal que "pudiera" operar la "modernidad" del fax y el 98% del personal debía de ser contratado por el SME. No había manera que le llegara la modernidad y la eficiencia a esta empresa del estado mexicano.

Muchas empresas no se instalaron en esta zona del País precisamente por el problema de la energía eléctrica, dejando de generarse miles y miles de empleos, que se fueron a otras zonas del País en el mejor de los casos o simplemente se fueron a otra nación.

Hoy vemos como se rasgan las vestiduras la gente de izquierda y algunos priistas que quieren seguir viviendo en el pasado, en donde el sindicato de empresas como esta les apoyaba incondicionalmente, no solo con los votos comprometidos, sino con los miles de millones que recibían al año y de los cuales no rendían cuentas a nadie. Los nuevos Diputados y los Senadores deberían de hacer las modificaciones necesarias a las leyes para que los sindicatos tengan la obligación legal de rendir cuentas no solo a sus agremiados, sino a las autoridades y a la ciudadanía, ya que son miles de millones que nadie sabe, nadie supo, a donde fueron a para al final de cuentas. Probablemente regresaron a los mismos bancos extranjeros que nos han prestado lo miles de millones de dólares, creando las orneadas de millonarios sexenales que hemos tenido cada sexenio.

No estamos en contra del sindicalismo, pero si en contra del derroche, la corrupción, la ineficiencia y sobre todo, en contra de que a nuestro País se lo lleven entra las patas. De 1970 a 1982, en tan solo 12 años de Luis Echeverría Alvarez y de José López portillo, crecimos de 270 empresas que tenía el estado a 1155, gracias a los prestamos del banco mundial, etc. El gobierno se dedico a comprar empresas con números negros, rojo, rosa mexicano o fiusha, empresas de todo tamaño y de cualquier giro, acereras, farmacéuticas, hoteles, cines, fabricas de bicicletas, etc. Compro todo lo que ya existía, quesque para crear mejores empleos, mejor pagados, pero la verdad es que solo fue una manera de darle trabajo a todos sus compromisos políticos, quienes se dedicaron a saquear el país, por eso aquella frase histórica de López Portillo al momento de estatizar los bancos: "ya nos saquearon, no nos volverán a saquear", era cierta ya que dejo el País en ruinas con el saqueo de todos sus amigos, incluyendo su hijo "orgullo de su nepotismo", dijo.

A los ex empleados de LYFC se les está liquidando con muchísima generosidad, al que menos le están dando es de un millón de pesos para arriba y no solo eso, sino que se está asesorando como pueden invertir ese dinero mejor o si quieren poner un negocio, etc. De tal manera que les va a ir muy bien y en realidad nos va a salir barato al País ya que solo en lo que iba del año se le llevaban entregados en subsidios más de 42 mil millones de pesos, a una empresa que es un monopolio es decir que no se trataba de vender refrigeradores en el polo norte.

Muchos pantalones de Felipe Calderón, ojala en tres años que le quedan acabe de limpiar la casa, por el bien de todos.