Hay que conectar el cerebro a la boca

Esta semana se caracterizó por declaraciones de algunos distinguidos políticos que no conectaron el cerebro a la boca, algunos de ellos pagaron su culpa de inmediato y otros siguen tan campantes como si nada.

Empezaré por uno de mi partido, mi buen amigo Jeffrey Jones sub-secretario de la SAGARPA, exdiputado y exsenador, quién en declaración pública puso como ejemplo a los narcotraficantes, en su forma de producir lo que el mercado demanda. Ciertamente que puntualizó que no eran una actividad a seguir, pero la verdad fue un mal ejemplo, que uso con la sencillez que siempre le ha caracterizado, pero por dignidad presentó su renuncia en las siguientes 24 horas, que le fue aceptada de inmediato.

Sigo con uno del PRI, el secretario estatal de seguridad pública Víctor Valencia, compañero exdiputado mío en el Congreso del Estado, quién declaró que íbamos perdiendo la guerra contra el narco, a lo que un Diputado local del PAN, Antonio López Sandoval, le contesto que si no podía con el puesto, mejor renunciara, porque no podemos perder la guerra contra el narco. ¿Dónde quedaron las dobles planas de las decenas de sicarios detenidos? Sin embargo el secretario de seguridad no ha renunciado, ni se ha inmutado en lo más mínimo. Renunciará cuando se vaya de candidato a presidente municipal de ciudad Juárez, ya que es el señalado por el gran elector que despacha en la oficina de Aldama y Vicente Guerrero, además Víctor piensa que ya se la deben.

Ahora otro compañero de mi partido, Mauricio Fernández Garza, alcalde recién estrenado por segunda vez en San Pedro Garza García, Nuevo León, un municipio conurbado de la ciudad de Monterrey. Declaro en su toma de protesta el día 3 de noviembre, que aunque no fueran sus facultades, combatirá al crimen organizado, para terminar con secuestros, extorsiones y tráfico de drogas. En este municipio viven algunas de las gentes más ricas del País y Mauricio es una de ellas, de tal manera que no tiene necesidad alguna para estar arriesgando su vida y la de los suyos. Mauricio sabe que se esta metiendo en un problema legal al llevar a cabo acciones que no le corresponden, así que no es un ejemplo de legalidad, pero si es un ejemplo de valor civil, ya que quiere resolver el gran problema que tiene México y del cual Monterrey no se escapa. Los habitantes de ese municipio deben de estar felices con su nuevo alcalde, que es lo que todos quisiéramos oír de nuestras autoridades. Como le va a hacer Mauricio, no lo sé, pero al menos hablo con muchos pantalones.

El caso de Mauricio Fernández ha dado mucho de que hablar, hasta algunos programas del canal de Peña Nieto, perdón de las estrellas, a nivel nacional se han encargado de quererlo destituir por ilegal, aunque terminan reconociendo que los sanpeterinos han de estar felices con su alcalde echado para adelante.

El primer priista del estado también echo su gato a retozar en declaraciones sin sentido, cuando dijo que la guerra que ensangrienta nuestras calles, carreteras, ciudades y rancherías de la entidad, no es una guerra contra el Estado, sino entre los cárteles. ¿Qué pensarán las viudas, huérfanos, papas y hermanos de los policías y miembros de ejército que han sido arteramente asesinados, así como funcionarios de su administración que han muerto lamentablemente de manera violenta y sin explicación alguna? No ha sido por error, sino en un claro desafío al estado mexicano.

Cuando se es funcionario público, decía Don Luís Alvarez, se está en caja de cristal y todo lo que declaran y hacen va a ser analizado por la sociedad, por lo que se debe de tener mucho cuidado con las declaraciones, pero parece que esta semana pasada, cada quién dijo lo que le vino en gana, sin meditar un poco en sus palabras.

Los ciudadanos queremos menos declaraciones y más acciones que realmente resuelvan los graves problemas que padecemos y el que no pueda con el puesto, que presente su renuncia. Todos se lo vamos a agradecer.