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La reforma del Estado

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 5 de Enero de 2010 Página 15 Sección B

A solo dos días para terminar el primer periodo ordinario del H. Congreso de la Unión, el Presidente Felipe Calderón mando la reforma para el estado mexicano, con 10 temas, que pretenden reformar, adicionar y derogar diversas disposiciones de la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos. ¿Por qué no se espero a que iniciara el segundo periodo de sesiones, que arranca dentro de mes y medio? Quizás para que los legisladores tengan el tiempo suficiente de pensar las reformas y consultar con la ciudadanía.

1.- La elección presidencial que sea por mayoría absoluta (66%) de los votos o que haya una segunda vuelta en donde solo participen los dos que obtuvieron la mayoría de los votos. Esto despejará la duda de la voluntad de los mexicanos, a quien quieren de Presidente. El propio Calderón llego cuestionado por el loquito de López Obrador por el escaso margen de votos con los que gano.

2.- Candidaturas independientes de ciudadanos. Se ve difícil sacar adelante porque con ello se acabaría la partidocracia que tanto daño le ha causado a México. Cualquier ciudadano, que reúna ciertos requisitos podrá postularse a un cargo público, sin tener que pasar por los cotos de poder de los partidos políticos. Aquí se corre el riesgo de elegir a un demagogo que ofrezca todo a sabiendas que no va a cumplir y que la gente se lo crea porque es un buen orador o golpista.

3.- Que los ciudadanos organizados puedan proponer leyes y su reforma a las mismas. Hoy es facultad solo de legisladores y del ejecutivo. Habría que poner cierta reglamentación para que esto se dé en orden y no se saturen los Congresos, de por si, dejan sin aprobar más de la mitad de las iniciativas que ellos mismos presentan.

4 y 5.- Reelección de legisladores locales y federales, así como alcaldes, regidores y jefes delegacionales hasta por 12 años. Un tabú de la política mexicana que ya no es su tiempo: La No Reelección. Esta propuesta es del PAN desde hace más de dos décadas. No es posible que se desperdicie el talento acumulado por los legisladores y alcaldes, ya que en el primer año apenas se aprende como se lleva a cabo la tarea, el segundo año es cuando ya se es productivo y el tercero ya no le interesa porque ya se va y empieza a buscar a donde se puede ir. La ley del chapulín, saltando de un puesto al otro sin terminar. Si se pudiera reelegir, le echarían todas las ganas hasta el último minuto de su gestión y los ciudadanos decidirán darle la confianza o mandarlo a su casa. Aquí se corre el riesgo que eternicen en el cargo algún incompetente mediocre que sea apadrinado por los poderes fácticos. A mi se me hace mucho doce años, pero si estaría de acuerdo en dos reelecciones.

6.-Reducir los Diputados federales de 500 a 400 y los Senadores de 128 a 96. Indiscutiblemente que todo mundo esta de acuerdo y si se puede reducir más, mejor. Esto se usaba en los periodos "robolucionarios" para poderles dar oportunidad a muchos con los que se tenían compromisos y así nadie protestaba mientras le llegaba su turno.

7.-Aumentar de 2 al 4% la votación a los partidos para que puedan seguir existiendo. Se me hace poco, pero sería un gran avance para que desaparezcan todos "los partidos" que en realidad son negocios familiares, recibiendo millones de pesos en prerrogativas.

8.-Que la suprema corte pueda presentar iniciativas de ley de su área de competencia. Sin discusión alguna.

9.-Facultar al Poder Ejecutivo para que presente dos iniciativas preferentes. Hoy, el pluralismo nos ha llevado al asambleísmo estéril, y a la inamovilidad del País, mientras otros avanzan. Esta propuesta pondrá realmente a trabajar a los legisladores porque tendrán que dictaminar esas dos iniciativas preferentes en el mismo periodo que les fueron presentadas y no hacerse loquitos como lo hacen hoy, solo porque viene de Presidente que no es de su partido.

En el período que inicia el 1º de febrero, sabremos si salen adelante las propuestas de la reforma del estado o seguimos pagándoles millonadas a los legisladores federales para que no hagan nada de utilidad para el País.