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El caos total: Haití

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 26 de Enero de 2010 Página 17 Sección B

Devastado por un temblor de 7 grados, trepidatorio, que son los que más daño causan, el país de Haití, el más pobre de América, sufrió la muerte de más de 100,000 gentes (aunque algunos medios hablan de 200,000), dejando a millones sin vivienda y trabajo, hoy se ha convertido en el más pobre del mundo.
Lo más grave ha sido el desorden en que ha llegado la ayuda internacional, ya que el gobierno de Haití no aparece por ningún lado. El presidente no murió, aunque su palacio presidencial si sufrió severos daños, pero después de una semana y media de la catástrofe no ha salido a ayudar a su pueblo y poner orden en el rescate de Puerto Príncipe, la ciudad capital que se encuentra devastada casi en su totalidad.
La ayuda llega a al puerto por miles de toneladas, así como al aeropuerto, pero cada quien llega como puede ya que no hay autoridad que les de entrada y los ordene para la entrega humanitaria, solo el ejercito de los Estados Unidos y el de las Naciones Unidas, han puesto orden dentro de sus posibilidades. El pueblo haitiano que se encuentra desesperado por la tragedia, se dedico primero al vandalismo de los supermercados locales y los más abusones empezaron a revender lo robado, sin que autoridad alguna los detuviera.
Una vez terminado “el abasto” local, llego la ayuda internacional, la cual ha tenido que usar la fuerza de las bayonetas para poder entregar la comida, el agua, las medicinas, etc. Los médicos y enfermeras que llegan, tienen que hacer su labor en las calles, ya que los hospitales se encuentran destruidos. Los muertos que son entregados a sus familiares, estos prefieren que los entierren en las fosas comunes, ya que no tienen donde poner a sus muertos.
Haití, una dura lección para nuestro planeta. El 90% de la población vivía en la extrema pobreza, 9% en la clase media y 1% en la riqueza desmedida, ya que hasta helicópteros usaban para transportarse dentro de la isla. Un presidente dictador que solo le interesaba su riqueza y bienestar y prueba está en que no ha dado la cara ante la desgracia. El 85% de la población no terminó la primaria, por falta de escuelas. El 70% vive de la ayuda humanitaria extranjera, principalmente de los Estados Unidos, que no lo hacen tanto por humanidad, sino para que no se les vayan a meter a su País, ya que se encuentran a pocos kilómetros de distancia de la Florida. Aproximadamente 120 niños mueren diariamente de sida. El tráfico de menores es de los más altos del mundo y ahora con la catástrofe, ha aumentado mucho.
Haití, un país acostumbrado a vivir con la muerte, ya que de diario se morían muchos por enfermedad, por hambre y se mataban unos a otros hasta para cobrarle al periodista, como comenta el periodista chihuahuense Federico Guevara que vivió 12 años en ese país. Hoy se encuentra de cara a la muerte y se resiste a recibirla. República Dominicana es el otro país que se encuentra en esta isla del caribe, no sufrió daños por el temblor, quizás porque es un país democrático que ha tenido gobiernos que si se han preocupado por sus habitantes y su calidad de vida es mucho mejor que en Haití. Se encuentra muy preocupado tratando de ayudar a sus vecinos, tanto por ayudarles, como para que no se le vayan a meter en su país más de 3 millones de haitianos que hoy no tienen vivienda, ni trabajo, ni comida, porque no tendría que hacer con ellos, lo que les provocaría un serio problema.
Con el temblor se cayó la catedral de Puerto Príncipe, matando al obispo católico y con ello se les murieron las esperanzas al 80% de los haitianos que profesan esa religión. Su funeral fue una muestra de la tristeza de ese pueblo ante la partida de su pastor espiritual.
Las posibilidades de encontrar gente con vida en los escombros disminuyen después de las 72 horas, sin embargo se han logrado rescatar algunos, entre ellos un niño que se encontraba sepultado por más de 8 días.
Haití, sin muchas esperanzas en su futuro inmediato a pesar de la ayuda de casi todos los Países del orbe. Una lección de los malos gobiernos. Dios los ayude pronto.