Vivir en una pesadilla

La semana pasada salió publicada una carta a la dirección en El Heraldo de Chihuahua, quien escribió la carta decía que había tenido una pesadilla, había soñado que la gubernatura del Estado la había ganado el PT, cuyo candidato es un personaje nuevo en este partido: Rubén Aguilar, ya que se la ha pasado los últimos 20 años cobrando como diputado local, así como diputado federal, mientras sus hijos cobran como asesores del diputado y cuando el papá no ocupa la curul, los hijos son diputados, digamos que es el dueño absoluto del negocio llamado PT.
La pesadilla continuaba, dice la carta, ya que Rubén había designado a su hijo Rubén junior, como Secretario de Administración y Finanzas del Estado; A su hija Hanoi como Secretaria General de Gobierno; Su otra hija, Lilia, como la titular de Desarrollo Social y su señora esposa, obviamente como presidenta del DIF estatal. Quién firmó la carta terminaba diciendo que afortunadamente había despertado y la pesadilla había desaparecido.
Los chihuahuenses no podemos decir lo mismo, ya que tenemos casi 12 años viviendo una pesadilla, de la que queremos despertar, pero no sólo no podemos, sino que cada vez está peor. Veamos si no: hace 12 años tuvimos un gobernador que se encargó de sembrar cierto terror en la población, dado su carácter autoritario, compró todo el centro de la ciudad, aunque no quisieran venderle, así como ejidos completos para construir viviendas, puso a un Procurador General del Estado y al jefe de la judicial, de quienes se decía que tenían muy malos antecedentes, por coincidencia, en esas fechas llegaron los cárteles de la droga que hoy tienen asolada a toda la población. Cuando él llegó de gobernador, teníamos pleno empleo, llegaba gente de otros estados, ya que aquí faltaba mano de obra y al terminar su sexenio en Chihuahua ya padecíamos un fuerte desempleo.
El sexenio actual, pasamos del autoritarismo a la tibieza. Puso a una mujer de procuradora mandando el mensaje que ya las cosas iban a cambiar y, vaya que si cambiaron, la violencia se desató por todo el Estado al grado que el Gobernador pidió públicamente la intervención del ejército (aunque ahora quiera echarle la culpa al gobierno federal de todos los problemas que él no ha podido resolver) porque ya no podían con la situación, sobre todo en ciudad Juárez en donde el jefe de la policía municipal anterior es detenido en El Paso Texas con más de una tonelada de mariguana. También hay que reconocer que el ejército no ha podido controlar la situación, lo cual es parte de la pesadilla. Hoy, el Gobernador dice que el ejército debe de regresar a los cuarteles, lo cual parece más una pose a que realmente lo quiera, ya que si el ejército desaparece de las calles, se me hace que buena parte de la población desaparecería, si así ya han emigrado del Estado miles de gente de todos los estratos sociales, porque hoy por hoy lo mismo le piden “cuota” al que tiene su pequeño estanquillo, que a las empresas grandes, y la autoridad, bien gracias.
Dígame si no es una pesadilla: Chihuahua ocupa hoy el primer lugar en robo de automóviles, la mayoría de ellos a mano armada. En la ciudad capital se roban un vehiculo cada hora y en ciudad Juárez, uno cada media hora en promedio. En la ciudad de Chihuahua van 1,600 vehículos robados tan sólo en lo que va del año y han detenido únicamente a 57, de los cuales solo 27 han sido declarados culpables, es decir, nada. No se diga en ciudad Juárez, allá si que es una verdadera pesadilla.
En secuestros ocupamos también primer lugar nacional según el instituto Ciudadano de Estudios sobre Inseguridad AC, donde tenemos 3.5 secuestros por cada 100 mil habitantes. Hoy vemos con tristeza como se van cerrando negocios de empresarios que han sufrido algún secuestro, les pidieron cuota de protección, les quemaron o les rafaguearon el negocio. Esto si es una verdadera pesadilla.
La vida en Chihuahua es una pesadilla, de la que queremos despertar, tenemos la oportunidad el próximo 4 de Julio. Necesitamos un verdadero cambio.