Entre mayo y julio, salió el C-4

Semana de grandes sorpresas, empezando por la revista Proceso del 4 de abril, en su portada el fundador y dueño de la misma, Julio Scherer García, prestigiado periodista de 84 años, entrevistando, a petición del mismo, a uno de los enemigos más peligrosos de la sociedad, Ernesto “El Mayo” Zambada, principal narcotraficante y sicario del País, junto con “El Chapo” Guzmán y el jueves 8 de abril la proyección a nivel nacional del segundo asalto a la población de Creel en la sierra de Chihuahua, filmado por centro de mando C-4 de la policía del Estado, con lujo de detalles.
“El Mayo” escogió a un periodista con autoridad. La autoridad del vocero le confiere autoridad al que habla y aunque hablo poco y solo lo que él quiso, ya que no acepto preguntas (entonces, ¿para que pidió la entrevista?). Darse a conocer parece ser el tema central del encuentro, mas no entrevista. ¿Una amenaza? Cuando dice que “el narcotráfico esta en la misma sociedad, y no se erradicará como muchos piensan, y si me matan o me atrapan, nada cambia”. ¿Pidió clemencia? Dice tener mucho miedo, “tengo pánico que me encierren, cuando menos en cuatro ocasiones ha sentido al ejercito cerca, arriba sobre mi cabeza”, que lejos de la imagen heroica y vencedora que han tratado de proyectar.
Se le atribuyen miles de muertes en los últimos años y junto con el personaje de la revista “Forbes”, como uno de los más ricos del mundo, “El Chapo” Guzmán, el narcotraficante se convierte en un personaje codiciable para entrevistarlo y el criminal se vuelve un personaje que se da el lujo de escoger al periodista que lo verá y con el que se retrata con cachucha y no con el sombrero que le gusta, a petición del periodista, “para que salga bien en la foto”, claro que con lentes obscuros, bigote y las sombras que no permiten ver bien su identidad, de cualquier manera se rompieron mitos del narcotraficante, aunque no sabremos cual fue el fondo de solicitar la entrevista.
No cabe duda que el narco sabe usar a la prensa y hay algunos medios que se dejan usar por el narco, que pena por un periodista como Julio Scherer García, como dicen a la vejez, viruela.
El jueves en la noche, en el programa “Punto de partida” de Denisse Mearker, presenta un video tomado por el centro de mando de la policía del Estado, el C-4, en donde se aprecia con mucha nitidez cuando un grupo de sicarios se apoderaron de la población de Creel en la sierra de Chihuahua, por segunda ocasión, el pasado 15 de marzo, en donde por más de una hora, aunque algunos dicen que fueron más de tres horas, se dedicaron a asaltar, golpear y matar a todos los que se les antojó, sin que la policía hiciera acto de presencia, a pesar de estarlos viendo y filmado. ¿Cuánto tiempo les hubiera llevado mandar un helicóptero o avionetas desde la ciudad de Chihuahua o de Cuauhtémoc? Cuando mucho 35 minutos, ¿Por qué no se hizo? ¿Dónde estaban los 20 policías estatales que dice el titular de la SSPE que se encuentran en la sierra? ¿No les pudieron llamar para que acudieran en auxilio de los habitantes y turistas de esa población?
Lo más lamentable es la respuesta del titular de la SSPE, Gustavo Zabre, quién molesto al ver difundido el video a nivel nacional, declara que hay que buscar quién “filtro” la cinta, en lugar de buscar a los sicarios, va a buscar al que filtro la nota. Ahora si como dicen “que Dios nos agarre confesados” porque la autoridad no va a perseguir a los peligrosos maleantes, a quienes se les ve en el video perfectamente las caras, las placas, colores, marcas y modelos de las camionetas.
Ahora vemos porque cinco funcionarios del Instituto Estatal Electoral renunciaron a sus puestos, a pesar de la escasez de empleo, por la inseguridad que manifestaron públicamente. Así como la declaración del dueño de “Los Indios” de Juárez, Francisco Ibarra, que pudieron ganar un solo juego en toda la temporada, por lo que ya fueron bajados de la primera división, dijo que a sus jugadores los estaban extorsionando y que por eso no jugaron bien.
Cada quién piense y concluya lo que quiera.