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De los capos a las coaliciones

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 3 de Agosto de 2010 Página 12 Sección B

Esta semana pasada estuvo plagada de noticias, todas ellas interesantes por el alcance que van a tener en los próximos meses en la vida de nuestro país.
Para mi la más importante es la muerte del capo Ignacio Coronel Villareal, alias “Nacho Coronel”, a manos del ejército mexicano, en el municipio de Zapopan, conurbado a Guadalajara, Jalisco. Este capo era uno de los más peligrosos en México, brazo derecho del “El Chapo” Guzmán, quien ha aparecido en dos ocasiones en la revista “Fortune”, para vergüenza nuestra, como uno de los hombres más ricos de la tierra.
El ejército tenía los últimos meses siguiendo la huella de este capo y lograron atraparlo en una operación de precisión, ya que lo hicieron el día que el presidente Calderón llegaba a Guadalajara, esto para que a nadie extrañara el vuelo de helicópteros y mucha presencia del estado mayor presidencial (a mi me parece que todo fue fríamente calculado). Una vez ubicado el objetivo dentro de una de las dos mansiones que tenía el capo, el ejército se introdujo en ella, recorrió los más de 30 metros de jardín para llegar a la casa y penetrar a ella, una vez ahí le ordenaron al capo que se rindiera, ya que estaba rodeado por aire y tierra, no hubo respuesta y empezaron a ingresar a cada una de las 6 habitaciones en la parte superior de la casa hasta que lo encontraron y su único guardespalda disparó en contra de los soldados, matando a uno e hiriendo a otro, lo que obligó a replegarse al resto de los militares hasta que tuvieron que entrar y sacarlo muerto.
La presencia de los enormes helicópteros llamó la atención en la zona, pero el dicho de algunos vecinos es que pensaron que eran del Estado Mayor Presidencial, hasta que les avisaron que se metieran en sus casas y que no se asomaran, después se vino la balacera con los resultados ya conocidos.
Con lo anterior se da un mentís al rumor que el gobierno federal no perseguía al cartel de Sinaloa (“El Chapo” Guzmán)  por haber llegado a acuerdos con ellos, pero además se acaba con el narco más peligroso del país. Se le encontraron en la mansión 7 millones de dólares en efectivo, entre muchas otras joyas, armas y un arsenal de balas; algo así como “la caja chica”, que se piensa era “la nómina” para los sicarios que tienen en el país y que ya no les llegó el pago de la semana y ni les llegará, con lo cual se pueden esperar dos cosas: una que la violencia se recrudezca en la lucha por el poder para ver quién ocupa su lugar o que se vayan disminuyendo las bandas y bajen de perfil para no ser ubicados tan fácilmente, terminando por desaparecer. Ojalá y que sea esto último, por el bien de México.
Bravo por el ejército y la marina de México que ya llevan muy buenos golpes en contra de los grandes capos de narcotráfico. Lo malo es que hay gente totalmente corrompida en la seguridad pública federal y estatal, como el caso de la directora del penal de Gómez Palacio Durango, mujer que había sido reconocida como la mujer del año y se le acaba de sorprender cuando dejaba salir a los sicarios que se encontraban presos en el penal, durante la noche, para que llevaran a cabo “sus trabajos” y luego regresaran a dormir todo el día en su “hotel de lujo”, comidas incluidas, con cargo a todos los mexicanos que pagamos nuestros impuestos para mantener a estos zánganos.
En cuanto a las coaliciones en las pasadas elecciones, estamos realmente sorprendidos de las reacciones de dos zánganos gobernadores, Ulises Ruiz de Oaxaca y Mario Marín, “El Gober Precioso” de Puebla, quienes al ver perdida la elección, están tratando de cubrirse las espaldas, ordenándole a sus congresos locales (hasta hoy de mayoría priísta) que les revisen sus cuentas de inmediato para que cuando llegue la nueva mayoría al Congreso, no le puedan revisar todo lo que robaron, lo cual me parece que sería imperdonable que se fueran limpios de culpa. Con esta sola conducta están demostrando lo culpable que se sienten.
Estos gobernadores y los capos le han causado un grave daño al país, ojalá y se vayan lo más rápido posible.