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Una justicia de yerros

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 1 de Febrero de 2011 Página 13 Sección B

“Prevalece en el Supremo Tribunal una imagen de yerro”, dijo el presidente del mismo, Javier Ramírez Benítez, al rendir su primer informe de labores al frente del máximo tribunal del Estado.

No solo en ese tribunal, sino en casi todo lo que es la impartición de justicia, la gente piensa y siente, que habrá de todo menos justicia, así sea en el ámbito estatal, laboral, civil, penal, federal, Etc.

Ya se ha manejado en los medios de comunicación que en el área laboral existen “abogados” que solo se dedican a extorsionar a las empresas y los funcionarios del nuevo gobierno estatal han declarado, incluyendo al gobernador, que no van a permitir que esto siga sucediendo y si es necesaria la intromisión de un poder en el otro, lo hará, como lo hizo en el caso de los jueces que liberaron al asesino confeso de Rubí, Sergio Barraza, y meses después fue asesinada la madre de ésta, Marisela Escobedo, ambos crímenes impunes aún. Tan fuerte y criticada a nivel nacional fue la intromisión del gobernador que en este mismo informe del Supremo Tribunal, trató de justificarse diciendo que “la división de poderes no significa que los órganos del poder sean islas lejanas y distantes, o sobre todo, a indiferencia una de otra” y añadió que “el poder Ejecutivo tiene la responsabilidad de cuidar la seguridad de la entidad, resguardar el régimen de derechos y libertades fundamentales y velar porque las instituciones se conserven sólidas y eficaces”. Yo me pregunto, ¿Cómo se puede resguardar el régimen de derecho si un poder (Ejecutivo) le ordena al otro (Judicial) que eche fuera a los tres jueces que dejaron libre al asesino confeso de Rubí o cómo puede mantenerse sólida la institución judicial, sino es respetada por el poder ejecutivo o cualquier otro poder?

Sin embargo, todo mundo vio con buenos ojos la intromisión del Gobernador en el poder Judicial, ya que era un clamor a voces que esos jueces habían fallado al liberar al asesino confeso y lo menos que merecían era dejar el puesto (y dejar de cobrar los altos sueldos que perciben) y ser juzgados. Acto seguido le pidió al poder legislativo que los sometieran a juicio político, orden que fue acatada de inmediato, pero este juicio político no podrá llegar a ningún lado, ya que el poder legislativo lo único que podrá hacer es quitarles el fuero que como jueces tienen, pero no tienen facultades para juzgarlos. En fin que son cortinas de humo, que además el pueblo quiere ver, así que todos contentos.

También en esta semana vimos como un guardaespaldas del presidente municipal de Ciudad Juárez, Héctor “Teto” Murguía, fue asesinado vilmente por elementos de la policía federal, cuando cuidaban al alcalde que se encontraba en una reunión en la casa del sacerdote Hesiquio Trevizo, vocero del obispado de aquella ciudad. Al acudir a reclamar a los federales personalmente, el presidente municipal no solo fue ninguneado, insultado y agredido verbalmente, sino que poco faltó para que sucediera una desgracia, ya que los federales le apuntaron con sus armas, con cartucho cortado. Si eso le sucedió al presidente municipal de lo que era la quinta ciudad en importancia del país, ¿qué podemos esperar los simples ciudadanos?

Los federales ya entregaron a los dos elementos culpables del artero asesinato y el secretario de gobernación ha prometido un nuevo programa de seguridad para Juárez, ya que el enemigo está afuera con los malandros que siguen desatados por todo el Estado y viendo a las policías pocos coordinadas, como sucedió en el sexenio anterior, de Reyes Baeza, peor nos va a ir a todos los ciudadanos que ya no hayamos la puerta con tanto asalto, robo, secuestro, chantaje, Etc.

Los ciudadanos tendremos que organizarnos para defendernos entre nosotros, mientras las autoridades dejan de hacer tanto yerro.