Más vale tarde que nunca

Este sábado fueron publicadas en el periódico oficial del Estado las diversas reformas al sistema de justicia penal, entre otros al código penal del estado, código de procedimientos penales, ley de ejecución de penas y medidas judiciales, así como la ley de justicia especial para adolescentes infractores.

Muchas de estas reformas se habían presentado en el Congreso del Estado desde hace algunos años y habían sido desechadas por la mayoría priísta, que hoy aprueba estos cambios, entre ellas, no permitir la reincidencia que parece un juego de niños, ya que más tardaba en ser detenido el ladrón de poca monta, que en ser liberado bajo fianza.

Este escribidor presentó iniciativa de ley contra la reincidencia hace ya casi 10 años, la que fue desechada por los diputados del PRI. En aquel entonces los registros de la cárcel tenían nombres que se repetían constantemente, algunos hasta 30 ó 40 veces en un año. La ley permitía que los ladrones de poco importe, menos de quince mil pesos, salieran libres mediante el pago de una pequeña fianza que podía llegar como máximo a los $750, de tal manera que era un buen negocio, porque si lo robado era de diez mil pesos, con una fianza de $500 salían libres, quedándole un ganancia neta de $9,500 y podía seguir “trabajando” y era muy buen negocio. No había límite en la reincidencia, podían caer y caer en la cárcel cuantas veces fuera y volvían a salir libres bajo fianza, así ¿Cuándo se iba a terminar con los robos y asaltos?

De alguna manera hoy tenemos las consecuencias de aquellas malas decisiones, no que sea la única causal, pero si contribuyó mediante la impunidad de los pequeños rateros y algunos se han convertido hoy en los grandes asaltantes a mano armada, de casa habitación, de vehículos y de negocios comerciales, en una ola de violencia imparable hasta hoy.

En el sexenio anterior se hizo la famosa reforma de justicia penal, introduciendo los también famosos juicios orales, y digo famosos porque el gobernador anterior y su procuradora, se encargaron de pregonarlo por todo el país como “La Reforma Penal”, es decir la única y la mejor, sin embargo el tiempo demostró que había sido un retroceso.

Las 129 reformas a los diversos ordenamientos legales, recién publicadas, tienen penas más severas para menores secuestradores o ladrones de vehículos, que por lo que hemos visto, estos delitos son cometidos en su mayoría por menores de edad y jóvenes que no pasan los 30 años.

Como cómplice de extorsión, otro delito también de moda e imparable por las autoridades estatales y municipales, recibirán la pena máxima por cada delito que hayan cometido, es decir la acumulación de penas, para poder llegar prácticamente a la cadena perpetua.

Ya no se podrá otorgar “El Perdón” en delitos dolosos o de violencia familiar, ya que muchas veces los parientes de las victimas eran objeto de amenazas, presiones y chantajes para que otorgaran el perdón al criminal, dejando en libertad a gente muy peligrosa, de tal manera que ahora aunque quieran darles el perdón, la ley se los prohíbe.

Se amplía a dos años la prisión preventiva para evitar la salida de inculpados sin juicio. Esta parte me parece que es darle más plazo a los jueces para que no hagan su trabajo, que de por si la aplicación de la justicia lo que menos tiene es rápida y expedita.

Más vale tarde que nunca, dice el refrán popular, yo espero que estas reformas que se acaban de publicar en el periódico oficial del Estado, se apliquen con todo el rigor de la ley y que no les tiemble la mano a los ministerios público y a los jueces, para ir acabando con esta impunidad que tanto daño nos ha causado.