Ni llorar es bueno

Lo anticipamos en nuestra colaboración de la semana pasada, escrita antes de la elección en los estados de México, Coahuila y Nayarit. Nada nuevo sucedió. El PRI arrasó, sobre todo en los dos primeros estados, y en el tercero, se le ganó al PAN por poco menos de 8 puntos porcentuales.

Sí me llamó la atención la diferencia tan grande en el Estado de México: PRI 62% de los votos, PRD 22% y el PAN en tercera fuerza electoral con tan sólo un 11%, es decir que al PRD le ganaron casi tres a uno y al PAN le ganaron cinco a uno. Ni sumados el PRD y el PAN hubieran ganado. Por eso el dicho de que ya ni llorar es bueno. Ante esta enorme derrota sólo nos queda ponernos a trabajar y no en buscar culpables, porque analizábamos al PRI la semana pasada, donde le invirtieron miles de millones, aunque se oiga mucho, pero así fue, se disciplinaron ya que el candidato Eruviel Ávila no era el que quería el gobernador Enrique Peña. En el PAN sucedió lo contrario, se impuso a Luis Felipe Bravo Mena, que es una excelente y brillante persona, pero había otros candidatos que podían haber dado una mejor pelea, pero tuvieron que declinar a favor de Bravo Mena.

Ahora se quiere culpar al Peje, porque se atravesó a la alianza del PRD con el PAN, sin embargo los números demuestran que con esos candidatos no se hubiera ganado, ya que Alejandro Encinas tampoco era un buen candidato.

En el PAN se han desbordado las pasiones desde hace ya algunos años y hoy la gente quiere llegar a tal o cual candidatura, aunque sepan que no tienen ni remota posibilidad, porque los ciudadanos no son tontos, ni se les puede engañar tan fácilmente. Mientras esta situación siga, difícilmente el PAN podrá ganar y tristemente puede pasar a ocupar el tercer lugar, como ya sucedió en el Estado de México, siendo que es el partido gobernante en el país.
En Coahuila también me sorprendieron los resultados, ya que con toda la familia Moreira enquistada en todos los puestos de poder político del estado, yo esperaba algo similar al Estado de México, pero nada que a pesar del control tan férreo por parte del PRI, sólo logró ganarle al PAN por menos de 12%, lo cual demuestra un hartazgo de la población hacia los Moreira.
También me llama la atención la avalancha de los medios de comunicación en contra del PAN, como si en la elección del domingo pasado ya se estuviera decidiendo la elección del 2012, ya dan por un hecho que el PRI regresa a Los Pinos y todos felices y contentos. ¿Por qué no fue así la avalancha en meses pasados cuando el PRI perdió estados muy importantes como Oaxaca, Puebla y Sinaloa, que habían sido cotos de poder del PRI por más de 80 años?

Ciertamente que el candidato bombón de Televisa se encuentra muy bien posicionado gracias a los millones y millones que les da a ciertos medios para que diariamente lo pongan en su mejor lugar de programación, pero hay otro dicho que también dice que ni los triunfos son eternos ni las derrotas son para siempre, así que juego donde hay desquite, ni quien se pique.

Las encuestas dicen que "si hoy fueran las elecciones, el PRI ganaría la elección presidencial", que si lo analizamos con detenimiento, las elecciones presidenciales no son hoy, sino hasta el año que entra, así que se tiene todo un año para volver a reconquistar el voto de los ciudadanos.
El PAN tiene la oportunidad de ganar en el 2012, como lo hizo en el 2006 en que poca gente pensaba que volvería a ganar el PAN.

Lo que el PAN tiene que hacer es ponerse a trabajar internamente, no sólo con discursos de unidad, que ya nadie se lo cree; escoger los mejores candidatos, le gusten o no a la dirigencia; dejarse de lamentar y de acusar a los del PRI, porque así no se va a ganar.

Por eso, ya ni llorar es bueno, a ponerse a trabajar en serio para ganar.