Felipe Calderón echado para adelante

Felipe Calderón entregó su quinto y penúltimo informe de trabajo al frente del ejecutivo federal. Algunos pensaron que el presidente iba a bajarle al combate frontal a la delincuencia, pero todo lo contrario: anunció que seguirá echado para adelante hasta el último día de su mandato.

A contra pelo de las voces de algunos prominentes priístas y un que otro despistado panista (Fox) de “no meterse con los criminales”, Felipe Calderón reafirmó su intención de perseverar en la lucha contra la delincuencia y adelantó que todos los esfuerzos serán para depurar y fortalecer la Procuraduría General de la República, pero señaló que está “dispuesto a escuchar alternativas y propuestas para que, sin abandonar la lucha, hagamos ajustes que las cambiantes circunstancias nos aconsejen hacer”.

Fue muy claro que el gobierno federal no es el problema, sino la solución, tema que este escribidor ha planteado en diversas ocasiones: “Hay quien dice que la violencia es consecuencia de la acción de gobierno, y no es así. La violencia no se da por la intervención de las fuerzas federales, al contrario: las fuerzas federales intervienen donde hay violencia. La acción del Estado así contra los criminales es una consecuencia y no una causa del problema. La violencia se da por la expansión del crimen organizado. Y en ese marco la presencia de las fuerzas federales no es parte del problema, sino parte de la solución”. Reconoció la lealtad y patriotismo de las fuerzas armadas, lo que mereció la más amplia y fuerte ovación de todos los gobernadores, parlamentarios y empresarios que se encontraban ahí presentes.

En particular, en el estado de Chihuahua (como en todos los lugares del país), recordamos con toda claridad, que la violencia se inició entre el final del sexenio de Patricio Martínez como gobernador y el inicio de Reyes Baeza, que fue el que solicitó el apoyo del gobierno federal, quien de inmediato mandó ayuda, que hoy ha quedado al descubierto públicamente que en lugar de coordinarse el estado y la federación, el primero se dedicó a boicotear la acciones federales. Así es imposible tener resultados. Bien acusó en su momento la senadora Teresa Ortuño a Reyes Baeza, como culpable por acción o por omisión de la grave situación del estado y para tender una cortina de humo, como siempre lo hizo, éste demandó a aquella por difamación, pleito que finalmente perdió. El tiempo le ha dado la razón a la senadora Ortuño.

El presidente Calderón concluyó que sería absurdo suponer que si el gobierno retirara al ejército y la policía federal, los delincuentes dejarían de asesinar o delinquir. “Ceder la plaza al crimen organizado, negociar con ellos y mejor no moverle, seguir con la administración de la ilegalidad y la simulación de la justicia, nos hubiera llevado al envilecimiento de la sociedad, nos hubiera llevado a un gobierno de criminales, donde controlarían decisiones y recursos del estado, lo que hubiera significado simple y llanamente perder el país. Y eso no ocurrirá, mientras se le siga haciendo frente con firmeza y en lo cual mi gobierno está y estará plenamente comprometido hasta el último día de mi mandato”. Concluyó con voz firme y decidida para que no fuera a quedar lugar a dudas.

Coincido plenamente con el presidente. El problema de la inseguridad se venía gestando desde muchos años atrás, solo uno de tantos ejemplos, recordamos a Caro Quintero, joven que logró el plantío de mariguana más grande de México y precisamente en Búfalo Chihuahua, muy cerca de ciudad Jiménez, en el sur del estado, noticia que dio la vuelta al mundo para nuestra mala fama. El que descubrió y destruyó el plantío fue el ejercito mexicano. Gobernaba Fernando Baeza, hace más de 20 años.

La forma podrá variar, pero lo único que puede salvar esté país es que nuestras autoridades, federal, estatal y municipal, estén echadas para delante, como lo está el presidente Calderón, hasta el último día de su mandato.

La sociedad también necesitamos ponernos las pilas, como se dice, y ayudar a resolver el problema, no podemos ver el problema con apatía y desinterés, porque este problema es de todos.