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Este barco hace agua

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 13 de septiembre de 2011 Página 17 Sección B

No cabe duda que como ciudadanos comunes y corrientes, nos sentimos cada vez más confundidos en nuestro estado y porque no decirlo en el país.

Localmente, solo por mencionar un caso, ponen en funcionamiento la Gaza Universitaria y se descubre que lo hicieron al estilo mexicano, es decir “al hay se va”. Del proyecto original, que era de dos carriles, aprobado y licitado por la administración municipal panista anterior, se le quita uno por la administración municipal priísta, convirtiéndolo desde su apertura en una trampa para los automovilistas. Las declaraciones son de risa: El alcalde dice que no se subirá al ring, porque “es época de cacería (elecciones federales el año que entra) y hay que tirarle a todo lo que se mueva”. Qué sencillo zafarse de la grave acusación de entregar una obra mal hecha, con 35 millones de recursos federales y solo se gastaron 24, ¿Dónde quedó el resto?, pero lo realmente grave es que se entrega una obra que es una trampa para el automovilista. Dicho en palabras del ingeniero civil, diputado local priísta y ex presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción, Ricardo Orviz: “El acceso es un poco más lento (en este momento, ¿qué será dentro de pocos años?), pero no existe problema técnico en la obra (por supuesto que ese no es el tema)” y refrendó que la infraestructura recién inaugurada es segura para su utilización por parte de los automovilistas, aunque “con una menor capacidad de circulación, que podría provocar problemas”. Se entrega una obra pensada en el pasado y no en el futuro. ¿Así gobierna el PRI?

De antología las postura del alcalde y del diputado priísta o ¿pensarán que nos chupamos el dedo?

Algunos jilguerillos del PRI, saltaron de inmediato a la palestra y se rasgaron las vestiduras diciendo que la obra había sido mal licitada por la administración anterior, porque invadía un terreno particular, con quién no se había negociado y por ello se habían tenido que reducir a un carril, ya que construirla así hubiera sido ilegal. Se demostró públicamente con copia de autorización de la Universidad Autónoma de Chihuahua, único terreno a afectar, firmada por el rector, en aquel momento, Raúl Chávez Espinoza, de tal manera que ese argumento cayó por los suelos.

Pasando de lo local a lo nacional, tenemos la muy lamentable explosión e incendio del Casino Royale en la ciudad de Monterrey, donde hubo 53 muertos. El supuesto dueño, un señor Rocha, declaró desde Miami en los Estados Unidos, donde se encuentra por temor, que el es dueño del 1% (¿y el 99% restante, de quien es?), que era extorsionado con 140 mil dólares por semana, pero no dijo o no se dio a conocer por quién.

La Sultana Del Norte, se encuentra sin gobierno desde la llegada del chamaquillo Rodrigo Medina, uno de los Golden Boys como Enrique Peña Nieto, que son la nueva generación de políticos priístas que quieren gobernar a base de publicidad muy bien pagada para aparecer como los galanes modernos que México necesita y para nuestra desgracia lo han logrado, hasta ahora. En el caso del Casino de Monterrey, ya toda la ciudadanía se enfilaba, de nueva cuenta, para pedir la destitución del chamaco y galán gobernador, cuando aparecen videos donde el hermano del alcalde panista de Monterrey, Fernando Larrazabal, recibe dinero en efectivo del casino incendiado. Jonás Larrazabal dijo que le pagaban quesos que él vende a los casinos, pero nadie le conoce esa actividad a y si fuera un proveedor normal, se le pagaría con cheque o transferencia bancaria, ¿Por qué en una mesa de juego del propio casino? La atención se desvió al alcalde y el gobernador feliz, así como Humberto Moreira, jefe nacional del PRI, a quién ya traía la opinión pública sobre el estado de bancarrota en que dejó a Coahuila.

El PAN nacional le pide al alcalde que solicite licencia, mientras se aclaran las cosas, petición secundada por el PAN estatal, pero Larrazabal no acata la decisión, y  se burla de ella y después de 4 días de supuestas encuestas, anuncia que no se va, manda acarrear 600 personas que lo vitorean afuera de palacio municipal y él baila al son de “yo no fui”, cantada por su compadre Pedro Fernández.

Como dijo “Chespirito” en su conferencia magistral “síganme los buenos”, en Monterrey el sábado pasado, pero también uso su frase: “¿Quién podrá rescatarnos?”. Este barco hace agua.