Anular la elección a senador

Prometí la semana pasada y ahora sí con más información de lo que sucedió el domingo 19 de febrero en la elección interna para sacar candidatos a senador del PAN.

Difícil poner en 4 mil caracteres (dos cuartillas) todos los elementos, de tal manera que voy a ser muy conciso, tratando de cubrir por temas:

La elección se debe de anular por muchas razones. La primera porque en casi todo el estado el acarreo de gente en camiones urbanos fue impresionante, mediante la promesa de una despensa y desde los $100 a los $500 por el voto. En unos casos eran seccionales del PRI, quienes fueron a votar por Cruz Pérez Cuellar. ¿Extraña relación? La verdad es que desde hace tiempo se dice mucho de esta relación, Teto Murguía-Cruz Perez, ahora ya se tienen elementos muy claros.

Hace dos años, para la elección interna del candidato a gobernador del PAN, en Ciudad Juárez se pusieron 233 casillas y se obtuvieron un total de 14,579 votos. Ahora se pusieron solo 36 casillas, más la del Comité Directivo Municipal (CDM) y se obtuvieron 12,797. Increíble que casi fueran la misma cantidad de votos, en primer lugar porque solo fueron el 15% de casillas y porque atrae mucho más la elección de gobernador que la de senador, sin lugar a dudas. Existen videos del acarreo masivo, donde hubo centros de votación en que tenían a más de mil votantes esperando a que abrieran para votar. ¡Ni en la constitucional sucede eso! Claro que esto inhibió al votante normal que quería votar y al encontrarse con aquel tumulto, decide mejor no votar, ya que la espera podría ser de varias horas.

Ante notario público se les pregunta a los pasajeros de los camiones urbanos a donde van, contestando que a votar por Cruz Pérez Cuéllar, ¿Quién los mando? Se les pregunta, somos seccionales del PRI, responden, ¿Qué les ofrecieron? Mil despensas a cambio de mil votos que llevemos a votar, responden. Sin lugar a dudas este es un claro delito electoral, ya que se encuentra tipificado en la ley y además en la propia convocatoria así se establecía como una prohibición. ¿Pueden pensar que en la comunidad del El Charco, municipio de Chihuahua haya habido 418 votos, cuando apenas hace un año habían tenido 173 votos para elegir a su presidente seccional? Comparado con la ciudad de Chihuahua las casillas que más votos tuvieron fueron las de Quintas del Sol y San Felipe, con el mismo número de votos. ¡Resultaron muy panistas los del Charco!

En la tierra del fundador del PAN, Batopilas, de nuevo el fervor patrio, salieron 670 votos, claro que la mayoría para el candidato Pérez. En Bocoyna salieron 733 votos, algo nunca visto. Ni una sola casilla de Chihuahua obtuvo tantos votos.

Casi todas las casillas en los CDM fueron para Javier Corral, aunque también obtuvo mayoría de votos en algunas casillas al público en más de 20 municipios, entre ellos, Chihuahua, Juárez, Valle de Zaragoza, Santa Isabel, Parral, Ojinaga, Madera, Camargo, Temosachi, San Francisco de Conchos, Namiquipa, Balleza, entre otros. Hay un claro mensaje que los panistas querían a Corral.

La comisión estatal electoral también falló y la publicación de las casillas sufrió de cambios y ausencia de domicilios, que descontrolaron a la gente, sobre todo aquel en donde tradicionalmente votan más los panistas. ¿Mala fe o dolo?, también es causa de nulidad de la elección.

Los topes de campaña se volaron, pero por mucho. Al candidato Pérez se le contabilizaron 100 camiones a 10 mil cada uno es un millón de pesos, más las despensas y la recompensa en efectivo a poco mas de 15 mil votantes extraños, nos lleva a casi 4 millones, tan solo el día de la elección, cuando el tope era de 270 mil, por toda la precampaña. Otra causal de nulidad de la elección.

Lo más penoso es que al otro precandidato, Borruel, también se le documentaron acarreos, pago con despensas y lo mismo que a Pérez, por eso el pleito entre ellos dos. A puñaladas igual, llorar es cobardía, dicen. Pero igual de delincuente electoral.

El PAN debe de anular la elección, para limpiar la mala imagen que hemos dado, castigar a los culpables, expulsándolos del partidos y consignándolos a las autoridades por los delitos cometidos.