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Un copete de TV y Novelas

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 10 de abril de 2012 Página 13 Sección B

Arrancaron las campañas y el candidato de TV y novelas decidió visitar en los primeros tres días del arranque a nuestro estado de Chihuahua. La idea me pareció una excelente estrategia, ya que se anunció que estaría en Guachochi en la alta sierra Tarahumara, donde se encuentra la gente más pobre y en Ciudad Juárez, que sigue siendo catalogada como la ciudad más violenta del país, según el secretario de seguridad norteamericano, aunque yo no coincido con esa calificación, ya que la violencia ha disminuido un 47% en esa ciudad, según cifras oficiales y además para los que la visitamos muy seguido, podemos afirmar que la situación en Juárez ha cambiado bastante, para bien.

Efectivamente el candidato del copete visitó Guachochi, donde le juntaron a miles de indígenas, incluyendo a sus gobernadorcillos (así se les llama, no es despectivo), quienes le dieron el bastón de mando al cara pálida y además le dieron su vestimenta, fotografía que fue la que le dio vuelta al país con el apoyo de todos los medios de comunicación, que están más que a su servicio. Pero, ¿qué prometió para sacar a los indígenas de su pobreza? Nada, absolutamente nada, fue el mismo discurso artificial, hueco, insustancial y lleno de lugares comunes, que parece el mismo discurso del PRI de hace 70 años. ¿Qué no tendrá asesores que le digan cuando menos lo que la gente espera escuchar, aunque sean mentiras? Lo mismo que le sucedió en la feria del libro en Guadalajara que nadie le aconsejó qué preguntas le podían hacer y cómo las podía contestar. Por cierto arrancó su campaña en Guadalajara, como tratándose de sacar la espina clavada, aunque difícilmente se la sacará.

Gran movimiento de helicópteros, avionetas, suburbans blancas de Gobierno del Estado saturaron los hoteles de Parral desde días antes para poder transportar y cuidar al importante personaje, pero de contenido no hubo nada que se pueda comentar. Bien dice la frase aquella de la Universidad de Salamanca: “Lo que natura no da, Salamanca no presta”.

Del extremo sur del estado en donde estuvo con los indígenas por la mañana, voló al extremo norte en el mismo día, Ciudad Juárez, donde ya lo esperaban miles de “simpatizantes” acarreados de diversos lugares y al igual, suburbans blancas, helicópteros, aviones y demás. Se esperaba un mensaje de gran contenido para la ciudad que ha sido golpeada fuertemente por la violencia, catalogada en su momento como la más violenta no solo de México, sino del mundo, pero de nueva cuenta, la gran decepción, hizo dos propuestas tan elementales, como desgastadas, como el crear un frente nacional contra la violencia y la creación de academias regionales de policías, para enfrentar la impreparación y la corrupción de las agrupaciones policíacas.

La verdad es que fueron casi ofensivas las propuestas para una ciudad azotada por el flagelo de la violencia durante tantos años. No resiste el menor análisis, ni se puede perder el tiempo en ello. Es decir que no ofreció nada para resolver tan grave problema. La oportunidad se le volvió a ir de las manos al candidato que puntea en las encuestas. ¿Seremos tan tontos los mexicanos para votar por alguien que no tiene ni la más remota idea del país que quiere gobernar?

Estoy plenamente convencido que el candidato del copete es el de más bajo cociente intelectual que ha tenido el PRI en los últimos años, si lo comparamos con Ernesto Zedillo (último presidente priísta), con Carlos Salinas de Gortari, con José López Portillo o Luis Echeverría Álvarez, y no se trata de una apología de corruptos, sobre todo por los últimos tres que menciono, me refiero solo a su capacidad intelectual, porque los otros fueron bien ladrones, pero capaces de seducir con el intelecto (Salinas o López Portillo) o eran de plano unos violadores como Echeverría, pero no con una cara bonita y maquillada con no convence para nada.

Un personaje así, enamorado de sí mismo, obsesionado por su arreglo personal y por su arreglo en el espejo, no puede traer nada bueno para México. Ojala que las mujeres enamoradas de su cara bonita de TV y novelas no decidan darle el voto, porque después se van a arrepentir.