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“La Cristiada”, la historia que nos han ocultado

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 8 de mayo de 2012 Página 15 Sección B

La semana pasada fui a ver una excelente película, “LA CRISTIADA”, basada en la guerra que tuvimos en México entre 1926 y 1929, historia que el gobierno ha ocultado porque forma parte del negro pasado del PRI.

Siendo Plutarco Elías Calles presidente del país, ordenó a través de la reglamentación al artículo 130 constitucional, que los sacerdotes solo podían decir misa dentro de las Iglesias, no podían usar el alza-cuellos en la calle, mucho menos sotana o la vestimenta para oficiar la misa. Esto le daba a Plutarco el poder de echar fuera del país a cualquier sacerdote que tuviera orígenes extranjeros, así fueran por sus abuelos, ya que temía que fueran a voltearle al pueblo, decía.

Al ver que los sacerdotes no le hacían caso, empezó a perseguirlos, después a extraditarlos y viendo que no podía, empezó a matarlos, para que el pueblo y los demás sacerdotes escarmentaran. El pueblo se enojó y empezaron a defender su libertad de religión, como la defensa de cualquier otra libertad. Poco a poco empezaron a armarse, comprando armas o tomando venganza matando federales a quienes les quitaban sus pistolas y rifles.

Como Plutarco Elías Calles no cejaba en su intento de quitar la libertad religiosa, y continuó matando sacerdotes y fieles creyentes, el pueblo se siguió armando y formando pequeños ejércitos, sobre todo en el centro del país, en estados como Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes, llegando a formar La Liga Nacional Para la Defensa de la Libertad Religiosa (LNDLR), pero eran esfuerzos aislados, sin un mando militar.

La LNDLR busca a un militar con mucho prestigio y que sepa de estrategias militares, para poder acabar con esa guerra que parecía no tener final, se entrevistan con el estratega Huertista, General Enrique Gorostieta, interpretado en la película por Andy García de una manera excelente, quién no era creyente, pero su esposa sí. Él acepta solo por defender la libertad religiosa, como defender cualquier libertad, sabía que se estaba metiendo en serios problemas, de tal manera que les pide muy buenos ingresos y un seguro para su familia, ya que el sabía que difícilmente iba a terminar con vida.

El general Gorostieta, un héroe y mártir nos es desconocido, porque así se han encargado las autoridades priístas que siguieron gobernando el país por los siguientes 70 años, abrazó en cuerpo en alma el movimiento de La Cristiana, siendo el primer en dar antes de cada batalla, el grito de “Viva Cristo Rey” y “Viva Santa María de Guadalupe”.

Plutarco Elías Calles, asesinó de más de 80 mil mexicanos inocentes, quién trata de envenenar al general Enrique Gorostieta, porque sabía que éste no iba a aceptar el acuerdo que le urgía firmar, asesina a Gorostieta en una celada en Atotonilco el Alto, Jalisco, 19 días antes de la firma del acuerdo de pacificación, más no de libertad, que es lo que buscaba Gorostieta

La mujer mexicana juega un papel principal, como siempre ha sido, actuando con valentía, como ha veces los hombres no queremos hacer y gracias a ellas esta guerra fraticida logró salir adelante, como saldremos adelante con otra mujer: Josefina Vázquez Mota.

La Cristiada costó más de 80 mil vidas de mexicanos, hace casi 90 años, que equivaldrían a poco más de 4 millones, ya que en esas fechas éramos unos 20 millones, contra 110 millones actualmente. Hoy en el PRI circula la idea de enjuiciar a Felipe Calderón, porque lo quieren hacer culpable de la muerte de 60 mil narcotraficantes, ni la cantidad se parece en lo más mínimo, ni las causas. ¿Por qué no enjuiciar a Plutarco Elías Calles? Quien después de que se ve obligado a terminar con la guerra de La Cristiada, fundó el PRI (1929), ya que quería conservar el poder a como diera lugar y seguir gobernando tras el trono. No cabe duda que esto sigue siendo lo mismo en el PRI, no ha cambiado nada. El poder por el poder.

Actuaciones magistrales de Andy García, Peter O’Toole, Eva Longoria, Eduardo Verástegui y el niño José, Oscar Isaac, me arrancaron algunas lagrimillas, pero vale la pena no perderse esta excelente película, que nos habla de ese México que nos han ocultado.