Ahora no basta con contar los votos

Los votos de la elección pasada han sido contados y numéricamente Peña obtuvo 3 millones más de votos, números redondos, que López que fue el segundo lugar. Cantidad suficiente para declarar ganador al primero, pero ahora parece que no es suficiente contar los votos, sino ver cómo se obtuvieron.

Tarde pero sin sueño, el PRD reaccionó poniendo la denuncia de millones de pesos que usó el PRI para comprar voluntades, a través del banco Monex (que no fue la única manera en que lo hicieron), dando vales de Soriana con un valor de mil pesillos cada uno, cifra nada despreciable, que multiplicada por miles de ciudadanos a los que se los dieron, se convierten en millones de pesos ilegales en la elección presidencial.

Digo que tarde reaccionó el PRD, porque su candidato López, se cansó de decir públicamente: “toma lo que te dan y vota en conciencia”, pensando que él iba a ganar y que era casi imposible tratar de detener a la gente tan necesitada para que aceptara los vales de Soriana, en lugar de dedicarse a documentar jurídicamente el hecho del soborno, ya que de otra manera esto se convierte solo en un pataleo.

Jurídicamente hay que demostrar que a la gente se le entregó el soborno, quién se lo entregó, para qué y que realmente la gente votó por quien le dijeron que lo hiciera a cambio del vale de Soriana. Este proceso es muy complicado y pocas veces se ha logrado documentar para anular una elección. Se logró documentar en la elección interna del PAN para elegir candidato a senador del estado de Chihuahua, del pasado 19 de febrero, convirtiéndose en el caso No. 24 que los jueces del Trife anulan una elección.

Ciertamente el 2 de julio, Soriana en el centro del país, se vio abarrotada de gente con sus vales, ciertamente que los tickets de la misma tienda dicen algo del PRI, pero todo esto no es suficiente para demostrar la compra de votos.

Lo que sí es público y conocido, es el derroche de dinero por parte del PRI, que se voló por mucho los topes de campaña y que el IFE está obligado a transparentar, ya que en la impunidad, esto se va a seguir repitiendo y los que van a ganar las elecciones no son los que tengan la mejor propuesta, los mejores candidato(a)s, los mejores antecedentes, sino lo que tengan más dinero, bien o mal habido y esto sí es sumamente peligroso para el país, ya que podemos ser gobernados por las mafias del narcotráfico o por los grandes intereses como puede ser los medios de comunicación (como sucedió en esta ocasión) o los grandes magnates empresariales como Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, quien fácilmente puede meter unos milloncitos y cambiar la voluntad del pueblo mexicano, para sacar adelante sus ambiciosos proyectos.

Por esto el PAN decidió no acompañar al PRD en su demanda de nulidad de la elección, ya que es sumamente difícil, sino que imposible, demostrar la compra del voto, porque no se hizo en su momento. El PAN los va a acompañar en el caso Monex para demostrar los excesos de dinero que se gastaron en la campaña de Peña y si se logra esto, no se nulifica la elección, pero jurídicamente se puede lograr que le cancelen el registro al PRI, ¡se imaginan!, que deje de existir el partido que tiene más de 80 años en el poder, con una sola interrupción de 12 años, ¿Cómo le van a hacer sin prerrogativas federales, ni estatales, para sobrevivir? Bueno, pues para eso tienen a la CONAGO, el sindicato de gobernadores priístas, quienes ya le encontraron el modo para sacar los recursos necesarios para apoyar a su partido, solo como ejemplo: Duarte de Veracruz enviando 25 millones en efectivo, llegando al aeropuerto de Toluca, Estado de México, estado que acababa de gobernar Peña, y la lista es interminable: Moreira en Coahuila; Romero de Champs en PEMEX; Arturo Montiel, tío de Peña y exgobernador del estado de México; El “gober” precioso de Puebla; Ulises Ruiz de Oaxaca; Yarrington de Tamaulipas, hoy perseguido por la justicia norteamericana; Mario Villanueva de Quintana Roo, hoy preso en Estados Unidos, Etc.

El próximo Congreso tiene mucha chamba por delante para atajar tantas inequidades de la ley electoral: fiscalización de recursos, equidad de los medios de comunicación, campañas anticipadas, Etc. Porque ahora ya no basta con contar los votos.