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La violencia no se detiene

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 28 de agosto de 2012 Página 17 Sección B

Según las cifras del INEGI, única institución oficial que tiene toda la información de la población que nace y muere en nuestro país, Chihuahua sigue ocupando el primerísimo lugar en muertes violentas, cifras que dio a conocer la semana pasada, cuando se encontraban en la ciudad de Chihuahua los senadores electos del PRI.

Por supuesto que esto causó el enojo del gobernador César Duarte, ya que en días anteriores había anunciado la disminución de muertes violentas en el estado, en un 30%. Furioso declaró en entrevista de banqueta, cuando se encontraba feliz en la reunión con sus compañeros de partido: “lo que se ha publicado está lejos de la verdad de lo que pasa en Chihuahua”, sin ponerse a analizar que las cifras del INEGI, le daban la razón, porque aunque Chihuahua sigue siendo el campeón en muertes violentas, con 131 muertes  por cada cien mil habitantes en el 2011, estas han disminuido en un 30% del 2010, que fueron 188 por cada cien mil habitantes. Y fue mas allá: “Nueva Orleans tiene 50 homicidios por cada 100 mil habitantes y vive del turismo, siendo la ciudad más violenta de los Estados Unidos”, como si a los chihuahuenses nos interesara esa cifra.

El enojo fue quizá porque estaba siendo fuertemente criticado por el evento de los senadores del PRI, que sin ser todavía senadores, fueron recibidos como si los fueran y con un alto costo para el Gobierno del Estado, es decir el pueblo de Chihuahua, cuando se encuentran algunos tramos carreteros en reparación o ampliación, como el de la entrada de Cuauhtémoc a Chihuahua, la obra totalmente abandonada, con el peligro para los que transitan por esa carretera.

Pero no solo en Chihuahua hace aire, en esta misma semana nos enteramos que la ciudad de Guadalajara sufrió varios narco bloqueos en sus principales avenidas, con camiones y carros que incendiaron los delincuentes, como estuvo sucediendo en la ciudad de Monterrey en meses pasados. Así mismo, se llevaron bloqueos en Puerto Vallarta y otras poblaciones del Estado de Jalisco. Esto fue como venganza de una organización criminal que el gobierno federal terminó con sus cabecillas en enfrentamiento que se llevo a cabo en aquel Estado.

También en esta semana, una camioneta blindada de la Embajada americana, fue atacada por policías federales en la carretera de México a Cuernavaca, en el poblado de tres Marías. Hay muchas interrogantes en este caso, en donde por un lado los Estados Unidos no han hecho mucho escándalo con estos dos americanos que “dicen” están acreditados en el personal de la embajada, pero Jess Hoods Garner y Stan Dove Boos, esos son sus nombres, no aparecen como acreditados en nuestro país en  la página de la Secretaria de Relaciones Exteriores, que es donde deberían de aparecer.

“Estamos trabajando con las autoridades mexicanas para investigar un incidente esta mañana en el que dos empleados de nuestra embajada en México fueron atacados”, declaro Victoria Nuland, vocera oficial de la embajada.

Lo anterior nos lleva a la conclusión que son agentes de la DEA, que eran acompañados por un militar de la marina armada de México, lo que nos lleva a la conclusión que la intervención americana, que tanto se ha negado, si existe y se ha estado trabajando en conjunto.

¿Por qué no se detuvieron cuando los federales les marcaron el alto? Se dice que la gente de Héctor Beltrán Leyva, a quien buscaban los americanos, le avisaron a los federales, quienes están coludidos con ellos, como sucedió hace dos meses en el tiroteo en el aeropuerto de la ciudad de México, y el militar de la armada, sabiendo como corría el agua en esos lugares, prefirió no detenerse y pedir ayuda a los suyos. Afortunadamente solo están heridos y estables, hasta donde se sabe.

Regresando a las cifras de INEGI, estas dicen que en lo que va del año, de enero a julio, van 1,757 muerte violentas en el estado, que de continuar esa tendencia, terminaríamos con un promedio de 93 muertes por cada cien mil habitantes, que sería una disminución de otro 30% con relación al año anterior, pero aun así seria una cifra muy por encima de lo que los chihuahuenses esperamos, queremos y merecemos.