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¿Quieren realmente reformar el país?

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 23 de octubre de 2012 Página Sección B

La reforma laboral que mando el presidente Felipe Calderón a la Cámara de Diputados, fue aprobada por esta con algunas enmiendas y turnada a la Cámara de Senadores, en donde se encuentra en su fase final para ser dictaminada en esta semana para ser aprobada o rechazada por el pleno. El presidente Calderón, me parece a mí, que la mandó con carácter de urgente, para probar, una vez más, a los del PRI, si realmente están dispuestos a cambiar a México, como lo dijeron en la campaña, desde su candidato presidencial, hoy presidente electo, hasta senadores y diputados y de esta manera probar si realmente vienen cambios para el País o si de nueva cuenta son puras promesas de campaña. Esta semana lo veremos. Para empezar, los diputados ya le quitaron toda la parte de la transparencia en el manejo de los recursos de los sindicatos, donde reciben una cantidad de recursos económicos que son una verdadera burla al pueblo de México, recursos que no le rinden cuenta absolutamente a nadie. Así vemos a la maestra Elba Esther llegar a eventos del sindicato de maestros con una bolsa de mano de marca, que vale más de 600 dólares, más de lo que gana un maestro al mes, pero eso no es todo, con traje sastre también de marca, de más de mil dólares. Verdaderamente ofensivo, pero como no tiene la obligación de rendir cuentas de que se hace con los miles de millones al año que le entrega la secretaria de hacienda de la recaudación de cuotas, la maestra se ha comprado las mejores residencias en el país y fuera de él y además ha fundado un partido político con el que amenaza al que se ponga enfrente, ya ven su declaración de esta semana donde la volvieron a reelegir como dirigente y líder moral por enésima vez, por otros 6 años: “yo no voy a ser secretaria de estado, ni sirvienta de nadie”, claro que no, solo alguien demente dejaría los miles de millones que recibe, pero además lo dijo en tono despectivo para los secretarios de estado y ofendió a las personas que se dedican al servicio domestico. También le quitaron la apertura democrática de los sindicatos, ya que ahí las votaciones son por aclamación y no por voto secreto, así que solo llega el que el gran dedo elector decide y pobre de aquel que se atreva a no obedecer, ni en la época de las peores dictaduras, que poco a poco han ido desapareciendo del mundo, se veía esto, pero sí en los sindicatos mexicanos. Como todos sabemos, los sindicatos en México participan en la política, no solo con candidatos propios que llegan a ocupar puestos públicos, sino con grandes cantidades de dinero que le dan a quien el líder sindical le conviene que llegue a ese puesto público, en lugar de usar esos recursos en bien de los agremiados. La última reforma laboral se hizo hace 42 años, de ese tamaño es nuestro retraso con el mundo. Lo que llamó la atención fue un desplegado del Consejo Coordinador Empresarial en la ciudad de México el pasado jueves, donde conminan a los Senadores a aprobar la reforma laboral tal y como la recibieron de los Diputados y concluyen: “Apoyamos decididamente el proyecto de reforma laboral, sin enmienda, ni modificación alguna”. Esta postura es totalmente contradictoria con la lucha histórica del sector empresarial por la democracia y el combate a la corrupción. Los empresarios han sufrido el chantaje de líderes charros, la impunidad y la debilidad del estado mexicano ante la fuerza de los sindicatos. Nada menos en Chihuahua vemos hoy en día la más alta corrupción en las autoridades del trabajo, con abogados charros que demandan a empresarios hasta por 760 mil pesos por una persona que trabajo solo dos horas o como el caso particular de un servidor de un empleado que trabajo menos de la semana y se descubrió que sus papeles eran falsos y ya estamos demandados. Lo que nos revela el desplegado del CCE es que así como hace falta una buena renovación de la clase política y sus partidos, se requiere también de una nueva generación empresarial que tenga más compromiso cívico, como lo tenían antes. Vamos a ver si el nuevo PRI que hoy llega al poder, quiere realmente reformar el País. Yo lo dudo mucho.