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Duarte contra los empresarios

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 6 de noviembre de 2012 Página 12 Sección B

En las últimas semanas hemos visto como el gobernador del Estado se ha echado con todo en contra de los empresarios y sin lugar a dudas ha mandado todos los mensajes posibles que solo él es el que manda y nadie más en el estado y bueno ya hasta ha empezado su carrera presidencial para el 2018, aunque su compañero de partido todavía no toma posesión, para eso mandó de avanzada a su junior, Christopher James Barousse , a dirigir las juventudes nacionales del PRI, a pesar de que lo acababa de poner como dirigente del PRI municipal, apenas unas semanas atrás (ya que él pone y dispone). Hemos visto el embate que ha hecho el gobernador a la FECHAC (Fondo del Empresariado Chihuahuense) a través de todos los medios de difusión, por supuesto que él no ha declarado nada, pero ni falta hace, no se necesita ser buen entendedor para darse cuenta de quién es la mano que mece la cuna. El auditor superior del estado, Jesús Esparza Flores ha sido el encargado de “filtrar” a los medios una serie de datos, que son verdades a medias o de plano mentiras completas, con tal de hacer creer a la ciudadanía que la FECHAC es un ente muy mal manejado, cuando es todo lo contrario. Afortunadamente el Diputado Héctor Ortiz Orpinel (PAN) ya lo ha denunciado públicamente de estar pasando información indebidamente a quien no corresponde y que se puede hacer acreedor no solo a perder su chamba (que seguramente el manto protector de Duarte lo va a defender), sino de que lo metan a la cárcel. Por ejemplo, hace unos días un periódico dijo que la FECHAC usaba en gasto corriente el 35% de sus ingresos y luego ya con la jiribilla decía que solo servía para acrecentar los empleados de la institución con gente de filiación azul. Nada más alejado de la realidad. La FECHAC siempre ha mantenido sus gastos operativos sumamente bajos, actualmente rondan en el 12% que es un nivel sumamente aceptable. También se ha dicho que se gastaron 80 millones en edificios inútiles, uno en ciudad Juárez y otro en chihuahua capital. Falso totalmente. Se apoyó a un museo de Ciudad Juárez con 30 millones, muy diferente a 80, el gobierno federal puso 60 y el gobierno Estatal puso también una pequeña parte, ya que se encuentra quebrado a pesar de los préstamos. Otro mensaje lo mandó el gobernador al no asistir a la asamblea anual de COPARMEX en días pasados, pensando en hacerle el vacío al Ing. Ignacio Manjarrez Ayub, cuando en realidad nos hizo el desaire a todos los empresarios que asistimos y que nos representa la COPARMEX El fondo del problema está en que la FECHAC hace mucho con tan poco, 130 millones al año que recibe de aportaciones de empresarios, no de Gobierno, ya que éste solo lo recauda, y el Gobierno del Estado no le luce nada con tanto dinero que gastan. Adicionalmente, “jinetean” el dinero de la FECHAC, que los empresarios pagamos voluntariamente cada mes y se lo entregan meses después a la FECHAC. En este año no les han entrega esos fondos y ya está por acabarse el año. Inclusive hay aportaciones de otros fondos federales e internacionales, que apoyan a la FECHAC y que se van a perder porque ésta no los puede empatar, pero claro que esto al gobernador lo tiene sin cuidado, con tan de desaparecer esta benéfica institución que le hace tanta sombra, sin fijarse que le quita muchos problemas al gobierno mismo resolviendo necesidades que de otra manera caerían en los gobiernos estatal o municipal, que no tienen con qué. La FECHAC nace en septiembre de 1990 a raíz de la tromba que azotó la ciudad de Chihuahua, cuando los empresarios aceptamos una sobre tasa del 10% sobre el impuesto sobre nóminas, que realmente se convierte en una cantidad sumamente pequeña, pero que la suma de todos es lo que le da fortaleza. Desde entonces ha recibido 1,230 millones, más 300 de instituciones internacionales o federales, pero sus obras parecen de muchos miles de millones más. Esto es lo que le duele a un gobierno estatal que si ha crecido su gasto corriente en forma alarmante y sus obras son realmente pocas, pero claro que la campaña que empezó el gobernador Duarte en 2010 no ha terminado, ni parece tener fin. Esperemos que la cordura llegue.