La reversa también es cambio

La semana pasada en la ciudad de Chihuahua sucedió un hecho inédito: el presidente municipal tomó la determinación de retirar a todos los vendedores ambulantes que tenían invadido todo el centro histórico de la ciudad, desde tiempos inmemoriales. La felicitaciones no se hicieron esperar por diversos actores de la vida pública, como son la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO), los medios de comunicación, entre ellos El Heraldo de Chihuahua, en su columna ráfagas mencionaba que era el primer presidente municipal que se atrevía a desalojar a los vendedores ambulantes, en muchos años, ya habían pasado como alcaldes: Mario de La Torre, Rodolfo Torres Medina, Patricio Martínez, Reyes Baeza, estos dos últimos que de ahí brincaron a la gubernatura, Gustavo Ramos Becerra, Juan Blanco y Carlos Borruel, estos dos últimos del PAN y ninguno se había atrevido a desalojar a los vendedores ambulantes. El centro histórico de la ciudad está siendo remozado desde hace ya casi un año, con un túnel subterráneo para desahogar el tráfico de la avenida Independencia y además unir la calle peatonal de la Libertad con la plaza de armas y adicionarle como calle peatonal la calle Victoria. Un proyecto ambicioso que tampoco se habían atrevido los alcaldes anteriores, ya que se hablaba del proyecto desde tiempo atrás. Bien por el presidente municipal. El alcalde dijo que no le iba a entregar en charola de plata a los ambulantes el renovado corazón de la ciudad. Todos aplaudimos la medida. Poco nos duró el gusto, ya que en menos de 72 horas, ya se “había negociado” con los ambulantes del Barzón, a quienes llamó sus amigos, como el mismo gobernador también lo ha manifestado públicamente y les concedió permiso a “tan solo 288” vendedores ambulantes, para que de “manera ordenada” pasaran a ocupar los lugares que les designó la autoridad. Rápido se fue el gozo al pozo. Según las notas periodísticas el túnel de la calle costó 75 millones, faltaría el resto de la obra o a la mejor ya están incluidos, no se sabe, pero para el caso es lo mismo, una inversión millonaria para que los ambulantes puedan seguir vendiendo sus productos que en muchos casos son de fayuca o piratas, es decir que no pagan impuestos, ni contribuyen en nada a la mejora de nuestra ciudad, sin embargo si gozan de los beneficios. Que todos tenemos el derecho a trabajar y obtener un ingreso para nuestra vida, es cierto, pero no podemos seguir permitiendo que los mejores espacios de la ciudad sean invadidos por el desorden, cuando hay comerciantes establecidos que generan empleo, pagan impuestos, rentas y todo, para que enfrente de su negocio se le pongan “la competencia” en el mejor lugar. Pobres comerciantes, después de estar bloqueados totalmente durante 9 meses por las obras de remodelación y por las obras del “estorba bus”, que todavía no terminan, ni se sabe para cuándo terminará el desquiciamiento de la ciudad, que es un completo caos vehicular y falta que lleguen nuestros “paisanos”, que solo faltan días y quien sabe por dónde podremos transitar para llegar a nuestros trabajos y de regreso a casa. Pero además, al cambiar el centro de la ciudad, los policías de tránsito se han dedicado a infraccionar a todos los que se equivocan con los cambios de las vialidades, en lugar de orientar. No cabe duda que para recaudar han salido buenos. Y ahora en cuanto al “nuevo PRI” que acaba de tomar Los Pinos, también la reversa es cambio, de nuevo la secretaría muy poderosa de Gobernación, que se supone que debe de ser la secretaría política, la del diálogo para llegar a acuerdos, ahora le quieren agregar la policía, como antes, de tal manera que o dialogas o el garrote de la policía, como en tiempos del viejo PRI, para someter a la oposición. Mal mensaje. El nuevo PRI está de regreso con puros personajes del viejo PRI, ya lleva siete ex gobernadores en su gabinete, algunos de ellos de no muy buena memoria. La reversa dicen en el PRI que también es cambio.