La Conago parió doce conaguitos

La semana pasada la ciudad de Chihuahua fue tomada por asalto por la mayoría de los gobernadores del país, así como por el presidente de la república. Se establecieron tres bunkers en la ciudad, en donde solo ellos y sus guaruras podían acceder, bueno ni el presidente estatal del PRI, partido gobernante, pudo llegar en su Suburban, tuvo que ser dejado en el cruce de avenida Universidad y Niños Héroes, caminar hasta el palacio de gobierno. Fuera de las molestias causadas el lunes de la semana pasada, lo importante fue el contenido de dicha reunión faraónica. El anuncio más importante que hicieron los gobernadores liderados por el presidente, fue el de la policía única, tema que el gobierno anterior de Felipe Calderón había planteado de manera respetuosa a través del Congreso de la Unión, ya que se requieren cambios en la constitución de la república, que es la que da deberes y obligaciones a los distintos órdenes de gobierno y en esta caso es muy claro que la seguridad en los municipios es responsabilidad de las autoridades municipales. El mensaje dado por las autoridades del nuevo PRI, es que los municipios siguen siendo chiquitos y orejones, no los consideran mayores de edad para poder gobernar, así que de manera autoritaria hay que quitarles el mando de la policía, así como la de tránsito que nunca quisieron traspasarles a pesar del mandato del 115 constitucional, salvo en aquellos municipios pequeños, que no les representaba poder alguno para el estado. Grave que no tome en cuenta la constitución general de la república y en un acto de autoritarismo puro se pretenda quitar el mando policiaco a los municipios para dárselos a los estados, trastocando el federalismo por el que tanto se ha luchado y se ha avanzado, aunque sea de manera lenta. Todos salieron felices y contentos, aunque algunos alcaldes no entendieron de qué se trataba y pensaron que les iban dar más recursos económicos, como el de la capital del estado, municipio que ya tiene concesionado el servicio de aseo urbano; quiere concesionar al servicio de alumbrado público, ya que dice que no puede cambiar todas las luminarias fundidas de la ciudad, que son algunos miles; nunca le traspasaron el servicio de vialidad y tránsito; no tapan los baches de las calles a pesar de haber cobrado $300 por cada cuenta del impuesto predial el año pasado. ¿Qué hace y qué va a hacer los futuros alcaldes de Chihuahua? Seguramente que una figura decorativa, que tenga a toda una burocracia partidista, pagando favores de campaña. Por otro lado, el presidente Peña Nieto les dijo que ya no quiere tratar con la CONAGO directamente, sino con 12 conaguitos en que les dividió el país y a cada zona les puso algún secretario de estado para que los atienda y ¡le aplaudieron! Es decir que nada podrán dirigirse los gobernadores con él, sino es a través de su secretario de zona correspondiente. Bien dice el dicho, “divide y vencerás”, así ahora de una CONAGO han quedado doce conaguitos. ¿Dónde quedaron aquellos reclamos de más recursos para los estados? Sobre todo los del petróleo, que como aves de rapiña sobrevolaban en cada reunión de la CONAGO, para no dejarle nada al gobierno federal. Nada se dijo de las enormes deudas de estados y municipios, que en días anteriores habían estado pidiendo que la federación absorbiera esas deudas, que solo sirvieron para dilapidar los recursos en campañas políticas o para llevárselo a su casa, como ya es público los caso de Coahuila y Tabasco, además de otros estados que todavía no se destapa la cloaca. Por otro lado, el gasto millonario que se hizo para llevar a cabo la reunión, se podía haber destinado al municipio más pobre del estado y uno de los de pobreza extrema del país, Batopilas, municipio por el que peleaba el gobernador Duarte en la pasada visita de la Secretaria de SEDESOL, seguramente les hubiera alcanzado para que todos sus habitantes comieran frijoles con tortillas todo el año, pero se prefiere los eventos faraónicos, aunque el pueblo siga padeciendo hambre. Descanse en paz la famosa CONAGO.