¿Ya tocó fondo el PAN?

El domingo de ráfagas de El Heraldo del día de hoy es dedicado en su mayoría a si el PAN ya tocó fondo o todavía le falta por caer, parece ser el mensaje. Ciertamente que hemos tenido en el PAN una salida de gentes desde hace ya algunos años, desde finales del 2005 y no en las dos últimas décadas, como ahí se dice. Empezando con el jovencito regidor Eduardo Mendoza que quería ser diputado local y no se le permitía renunciar porque él era suplente del regidor Alfonso Baeza, quién había fallecido meses antes, de tal manera que su salida dejaba descubierto al cabildo municipal que encabezaba Juan Blanco. Después siguió Fernando Reyes que en sus ansias por llegar a candidato a presidente municipal, traiciona al PAN y sus principios, al igual que el primero, para irse a vivir cómodamente con las prerrogativas de un mini partido, que desde entonces maneja como su empresa particular. A finales del año pasado, renuncia Emilio Flores que buscaba ser diputado federal de nuevo, pero siente que la cancha no está muy pareja y abandona la contienda y el partido. Luego siguió Miguel Jurado (Parral), quién se mareó con el canto de las sirenas (César Duarte) y traiciona al PAN para irse a los brazos del PRI, donde seguramente perderá la elección, porque para los priístas de corazón es inaceptable que un panista los represente y para los del PAN es un traidor por el que jamás volverán a votar. Toño López deja la candidatura a presidente municipal (Chihuahua) que tenía prácticamente en las manos, por razones que se desconocen con claridad, aunque dijo que era porque le trataban de imponer la planilla de regidores. Manuel Narváez busca de nuevo ser diputado federal y al ver que el distrito que buscaba es restringido solo para mujeres, decide traicionar al PAN e irse de candidato del partido de los Aguilar. A mí me parece que es un auto limpia, donde se están yendo los que no tenían principios y solo buscaban la chamba por la chamba, todos ellos amigos míos, pero no puedo pensar de ellos de otra manera. Luego ha venido la limpia oficial, que aunque lenta, muy lenta diría yo, en donde se ha sometido a comisión de orden a los que provocaron el cochinero de la pasada elección interna para Senador, Carlos Borruel y Cruz Pérez Cuellar, aunque se llevan entre las patas a Javier Corral, que su culpa es muy leve comparada con los dos primeros. Veremos en qué termina esta expulsión. Pero a mí me parece que al PAN ya le hacía falta una limpia de elementos y estoy seguro que será como la poda de un árbol, que crece con más fuerza. Estoy seguro de que el escenario para el PAN es mejor ahora que hace un año. El día de la elección veremos. Se necesita solo un puñado de hombres y mujeres decididos para ganar una elección y creo que aunque quedemos menos de la mitad que éramos antes, por aquello de la re afiliación, ahora estamos los plenamente convencidos de los principios y valores de Acción Nacional. ¿Y el PRI como anda? A mí me parece que peor que los panistas, simplemente con las imposiciones que acaba de hacer el presidente de ese partido, César Duarte, estoy seguro que hay más resentidos que en ningún otro partido. ¿Y en su desempeño como partido en el poder? Simplemente las notas del pasado viernes:”Matan a 7 en un bar del centro de la ciudad de Chihuahua” “Ejecutan a 4 jóvenes en ciudad Jiménez”. “Viven con miedo los vecinos de los militares agresores, a quienes ya les dieron libertad”. “Balean el Mundos Bar en Parral”. “No se ha logrado erradicar la desaparición de mujeres”. Ni el Gobernador, ni el Alcalde han dado la cara para estos asuntos, aunque que hace unos días nos decían, y nosotros les creímos, que la seguridad había mejorado mucho. Nada. A nivel nacional, la violencia ha aumentado con la llegada del nuevo presidente de la república, a pesar de la orden dada de no dar a conocer los incidentes delictivos para “dar la sensación” que la violencia va disminuyendo. Ahí está Acapulco, el estado de Michoacán, Zacatecas, y la cifra de muertos por violencia lleva una tendencia mayor que con el Presidente Calderón. Tocando fondo.