15 mil millones no es nada…

Días antes que la cámara de diputados, a nivel federal, aprobara ponerle algunos controles adicionales al endeudamiento de los estados y municipios, controles que dicho sea de paso, no servirán de mucho, ya que la nueva disposición establece que las deudas locales deberán de ser aprobadas por dos terceras partes de los diputados locales en su congreso, pero ya sabemos que normalmente éstos están al servicio del gobernador, sobre todo cuando son gobernadores del PRI. El gobernador Duarte logró sacar apresuradamente la autorización del congreso estatal para endeudar a Chihuahua con otros 15 mil millones adicionales y lo que si me dejó sorprendido fue que por unanimidad, es decir que el pequeño grupo de diputados del PAN (6), que ni falta le hacían para que fuera aprobado, también votaron a favor del endeudamiento. Ahora sí como dijo el chapulín colorado: “¿Quién podrá defendernos?”. En tan solo 3 años la deuda estatal ya va en $30 mil millones, más lo que se acumule en esta semana, es decir, otros 15 mil más, con lo cual Chihuahua se convertirá en uno de las tres entidades más endeudadas del país, después del DF y Nuevo León. El Gobernador Duarte dice a los cuatro vientos que no es deuda, entonces ¿Por qué la tuvo que aprobar el Congreso del Estado? Simplemente vaya al banco e hipoteque los ingresos de las carreteras por los próximos 4 sexenios, es decir que los siguientes 4 gobernadores no podrán tocar esos ingresos porque ya están hipotecados. Lo aprueban los diputados porque en el hipotético caso de que ya nadie traficara por las carreteras de paga, entonces el estado de sus ingresos propios o de las participaciones federales tendría que pagar, de tal manera de que es deuda, ni duda queda, porque ni modo que llegado el extremo, el gobierno del estado le diga a los bancos: “cóbrales a los viajeros que ya no quieren pasar por las casetas de cobro, porque yo no te debo nada”. Ahora dice que serán para arreglar carreteras que se encuentran en desastrosas condiciones, lo cual es cierto y más ahora después de este pequeño temporal de lluvias, pero el fideicomiso carretero es para eso, para mantener en buenas condiciones las carreteras de paga, porque es su obligación, pero no lo habían hecho, prefieren pedir prestado los ingresos de los siguientes 24 años por adelantado. La información oficial del destino del dinero es en primer lugar para pagar $ 6.5 mil millones que tuvieron que pedir de emergencia el año pasado (por la mala administración de los dineros), pero la legislación actual dice que los préstamos deben de dedicarse para infraestructura y no para pago de otros préstamos, por ello la insistencia de Duarte de decir que no es una deuda y los diputados, se tragaron el anzuelo. Además, el gobernador Duarte logra que su amigo el presidente Peña Nieto le de la concesión de las carreteras federales por otros 30 años, para que pueda hipotecar los ingresos de los siguientes 25 años, lo cual es una clara señal que el gobierno federal no piensa invertir en Chihuahua y una manera de apoyar a su amigo es dándole herramientas para que pueda hacer algo, ya que en 3 años el estado ha avanzado muy poco. Hacer obras públicas no es malo, lo malo es decir que se va hacer algo y no hacerlo. Con motivo de las inundaciones en el estado vimos como el gobernador y todos sus funcionarios, así como los nuevos funcionarios federales, ni los zapatos se enlodaron, mucho menos se mojaron, como dice el día de hoy (domingo) la columna RÁFAGAS. No les interesó ver cómo podían ayudar a la gente que estaba en apuros y que obras deberán de hacerse de inmediato para que no vuelva a suceder estas desgracias. El único que se le vio muy activo, con el agua hasta las rodillas ayudando a la gente, fue el alcalde Marco Adán Quezada, bien por él. El próximo alcalde solo se le vio en la boda del año, que salió en todos los medios, en lugar de empezarse a meter de lleno desde ahora en su próxima responsabilidad. Bueno 15 mil millones no es nada, mientras la gente siga votando por el PRI.