Dimes y diretes de gobernadores

Se puso interesante la semana pasada con los dimes y diretes de los gobernadores Reyes Baeza y César Duarte. El primero como antecesor del segundo, no se quedó callado al ser acusado de que la deuda que tiene el Estado de chihuahua, en buena medida era herencia de Reyes Baeza. Hasta que hubo alguien que le dijera sus verdades al gobernador Duarte sobre el tema del enorme endeudamiento que ha hecho de nuestro estado y para que la cuña apriete, dice el dicho, tiene que ser del mismo palo y así fue, el gobernador priista acusa a su antecesor, también priista de haberle dejado más de 28 mil millones de deuda, provocando la reacción del ex gobernador, retando a la actual administración a sentarse a ver los números, ya que él solo dejó 12,500 millones de deuda. César Duarte y su secretario de hacienda, Jaime Herrera han guardado sepulcral silencio. El antecesor a estos dos, Patricio Martínez ha declarado que él no dejó deudas, si no hasta dinero dejó en las arcas públicas, es decir que la enorme deuda que tenemos los chihuahuenses la adquirieron sus dos sucesores, lo cual es cierto en buena medida. El diputado coordinador de la mayoría priista y anexas del Congreso del Estado, Rodrigo de la Rosa, declaró que la aclaración de la deuda pública del estado se debe de arreglar “en corto”, entre el secretario de hacienda estatal y el ex gobernador, es decir “en lo obscurito”. Semejante barbaridad en boca del coordinador priista, nos deja pasmados, ¿No se habrá dado cuenta que se está hablando de la deuda pública y que no es un tema privado? La verdad está en las cifras que da a conocer la Secretaria de Hacienda Federal y es muy claro que el ex gobernador Reyes Baeza entregó el gobierno con una deuda de 12,500 millones de pesos, números redondos, que era ya de por sí elevada y que el actual gobernador César Duarte la ha llevado a 42,000 millones en tan solo tres años, más la deuda no registrada, que le debe el gobierno del estado a contratistas y proveedores, que se estima en 10,000 millones más y que de esto habla la queja unánime de todos los proveedores de bienes y servicios del gobierno estatal. A esto el gobernador Duarte ha dicho que no es deuda, que es un déficit operativo ¿? Es decir que “mi déficit operativo” en mi tarjeta de crédito o con los proveedores de mi empresa, ¿no es deuda, no tengo que pagarlo? Pues está muy bien saberlo y hacerlo oficial para liberarnos de ese “déficit operativo” y avisarle a las tarjetas de crédito y demás proveedores que todos los chihuahuenses traemos, que ya no les vamos a pagar porque no es deuda. Sería bueno que mandara una iniciativa de ley al Congreso del Estado, para hacer oficial que el déficit operativo no es deuda y por lo tanto no debemos de pagarla. Algunos dicen que es una cortina de humo y que lo realmente interesante es saber en qué se gastó esas enormes cantidades de dinero, ya que se ve muy poca inversión del gobierno estatal, porque a pesar de que los informes hablan de cientos de miles de kilómetros de carreteras, “como de Alaska hasta la Patagonia, ¡pero de ida y vuelta!”, decía la publicidad del primer informe del gobernador duarte, pero nadie los ha podido localizar por ningún lado, así como las 16 presas que nos dieron a conocer desde el 1er. informe de gobierno. A mí me parece que este es una parte muy importante del tema de la deuda pública del gobierno estatal y que si se sientan a dilucidar el asunto, también deberían decirnos con santo y seña dónde está nuestro dinero. Algunos piensan que ya arrancó desde este momento la sucesión del gobierno del estado y que por eso Reyes Baeza y César Duarte se están peleando para ver quién tendrá el poder de decisión para el sucesor en el 2016. Todo es posible en las catacumbas políticas, como decía otro ex gobernador, Manuel Bernardo Aguirre. A tres años de distancia, lo que nos demuestra que ya todos tenemos prisa para que termine el actual gobierno, incluyendo a los de su mismo partido. Los dimes y diretes de los Gobernadores deberán de continuar.