Reforma Energética, ¿servirá a los mexicanos o sólo a unos cuantos?

La semana pasada asistí a varias conferencias sobre "El fracking", organizadas por el senador Javier Corral, con especialistas sobre el tema. Para encontrar el gas "shale" se debe primero explorar para ver si éste existe en el subsuelo. Normalmente se encuentra a más de 5,000 metros de profundidad y una vez alcanzada la roca almacenadora de este gas, conocida como "lutita", se debe perforar a esa profundidad, pero de forma horizontal, con técnicas sumamente costosas. Para perforar esta roca se deben inyectar millones de litros de agua a una presión enorme para hacer el "fracking". Se usan explosivos y agua con arena, pero como la arena es altamente friccionante, le agregaron químicos para que resbale y luego esto les provocó oxidaciones, lo que los obligó a otros químicos, hasta llegar a 250 agentes químicos que van en el agua. Los explosivos han causado temblores donde antes no los había, como en el estado de Ohio, en las llanuras y en los Apalaches, del vecino país. ¿Por eso tenemos ahora temblores en Chihuahua, que considerábamos la tierra más firme del país? Se calcula que un pozo típico para extraer el gas shale necesita un promedio de 13.5 millones de litros de agua al mes, contaminados con más de 250 químicos, que una vez utilizados se guardan en piscinas a cielo abierto, siendo altamente contaminantes al medio ambiente y en algunos casos, por descuido o lo que sea, se filtran a la tierra. ¿De dónde vamos a sacar esa cantidad de agua en el desierto de Chihuahua, que es donde se supone que existe el gas shale? El mismo gobernador Duarte les anticipó, ante el azoro de los habitantes del municipio de Coyame, que iban a ser muy ricos por el gas shale, que según esto, existe en el subsuelo. En Estados Unidos les llevan el agua en pipas, a razón de unas 20 mil pipas por mes, lo que destroza los caminos y carreteras, lo que después al gobierno le cuesta más de 40 millones de dólares reparar. En los 70 y 80, Pemex exploró en toda esa zona del desierto chihuahuense, y aunque se mantuvieron en secreto los resultados, ahora se sabe, según el geólogo Rodrigo de la Garza, coordinador de Hidrología Subterránea de la Facultad de Ingeniería de la UACh, quien trabajó para Pemex en aquellos años y dice que sí se encontró el gas shale, pero no todos los pozos fueron positivos, ni se halló el gas crudo. La más mala noticia, según el geólogo Luca Ferrari, es que los pozos de gas shale, en el mundo y en Estados Unidos, que es donde más pozos existen, es que al segundo año de explotación del pozo, su rendimiento baja al 60-80% de su capacidad inicial y al tercer año seca el pozo. Los pozos petroleros tradicionales duraban muchos años produciendo miles y miles de barriles. Antes, dice Luca Ferrari, se necesitaba la inversión del valor de un abril de petróleo para producir 100 barriles, era un gran negocio. Después se fue complicando la exploración y explotación, y se necesitaba un barril para obtener 10 barriles de producción, pero seguía siendo un gran negocio. Pero con el gas shale o "thight oil", con un barril invertido se pueden obtener de dos a tres barriles de producción, que al siguiente año se cae la producción y al tercero se convierte en incosteable. En la sonda de Cantarell, descubierta en 1971, México tiene 200 pozos que producían 2 millones de barriles diarios. Las zonas de pozos de gas shale se necesitan 2,500 pozos para producir 70,000 barriles diarios. La diferencia es enorme. Entonces, ¿cómo nos puede explicar el Gobierno sus anuncios victoriosos de que con la Reforma Energética se van a bajar costos y vamos a tener electricidad más barata, así como combustibles más accesibles a la población? Ciertamente las reservas del petróleo se están acabando y nos queda para unos años más, pero llegarán a su fin y nosotros en lugar de apostarle a la energía renovable, como la solar, el viento, las caídas naturales de agua, el movimiento de las olas en la playa, hicimos esta Reforma Energética que ha sido orgullo mundial ya que nos han felicitados de otros países, pero ¿por qué? Seguramente va a ser un gran negocio para las grandes corporaciones petroleras mundiales, a las que van a contratar para perforar, ellos van a cobrar, se encuentre el gas shale o no. Traerán su equipo sofisticado, así como personal altamente capacitado, y a Chihuahua o México sólo le quedará la contaminación y las fracturas del subsuelo con sus consecuencias que ya empezamos a vivir, ya que la generación de empleo será mínima. El tiempo nos dirá la verdad.