Muchos brincos, para caer en donde mismo

No cabe duda que la dictadura en el estado de Chihuahua se da sin vergüenza y sin recato alguno. Lo que se busca es la protección al gobernante en turno a como dé lugar. Por todos los medios de comunicación nos enteramos que el licenciado Rodolfo Leyva Martínez había logrado el amparo por parte del juez federal octavo de distrito, Ignacio Cuenca Zamora, logrando la destitución de las dos consejeras electas por el Congreso del Estado para ocupar las vacantes en el Instituto Chihuahuense para la Transparencia y el Derecho a la Información, ICHITAIP, María Nancy Martínez Cuevas y Alma Rosa Armendariz Sígala. En esos días nos enteramos, también por todos los medios, que las dos damas electas no solo no habían aprobado el examen obligatorio para poder aspirar a ser consejeras, sino que habían sido las que menor calificación habían obtenido, de tal manera que el procedimiento de elección estaba viciado de origen, entre otras razones. Muy bien por el juez federal Cuenca Zamora, ojala que tuviéramos muchos como él. Vencido el plazo que el juez dio al Congreso del Estado, más unos días adicionales que le concedió, como dice el dicho, vuelta la burra al maíz y que vuelven a elegir exactamente a las mismas dos consejeras. Cabe aclarar que la primera vez, fueron electas por la legislatura anterior y en esta última elección fueron electas por mayoría, ya que tuvieron nueve votos en contra, los seis del PAN y tres más. Cuando menos dejan constancia de su inconformidad. Muy valiente la intervención de la diputada Maru Campos del PAN en tribuna: “¡Qué vergüenza, que pena, para Chihuahua y sus instituciones, que las consejeras que van a ocupar la responsabilidad en el ICHITAIP, esté viciada de origen, que ni siquiera se cumplan con los requisitos mínimos, ¿Dónde está la división de poderes?!”. ¿A qué le tiene miedo el gobernante en turno, que quedaran otras personas no afines a su gobierno y la opacidad se empezara a transparentar? Ya ven que ha hecho declaraciones, sin que nadie se las pidiera, que él no es el dueño del Soberano, que no se ha robado nada. Triste mensaje para la ciudadanía. Al día siguiente, de nuevo el Congreso del Estado, vuelta la burra al maíz, reeligen a José Luís Armendariz como presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, por cinco años más a las dos presidencias en que ya había estado y con muy pocos resultados ante tanto atropello a los derechos humanos que hemos tenido. El mismo que ante la reciente tragedia del Aero Show, que enlutó a muchas familias chihuahuenses, hizo poco, al grado que tuvo la Comisión Nacional de Derechos Humanos que intervenir directamente y hacer recomendaciones a la Presidencia Municipal y al Congreso del Estado, ante unas autoridades que se hacían disimulados con el paso del tiempo. La reacción ha sido inmediata de organismos de la sociedad civil, de abogados prestigiados como Héctor Villasana Rosales y Víctor Anchondo Paredes, quienes junto con una treintena de abogados más han manifestado que interpondrán una serie de recursos ante la suprema corte de justicia de la nación y por supuesto que Rodolfo Leyva Martínez no se quedará con los brazos cruzados ante tal atropello. Pero para vergüenzas no gana uno, el Consejo Coordinador Empresarial sacó una plana completa en todos los periódicos diciendo que los homicidios habían disminuido en un 93%, es decir que si antes había 100 homicidios, ahora ya solo hay 7. Ya no sabe uno si reír o llorar, porque esto no se los cree nadie. Si lo hicieron para autosugestionarse que la seguridad va muy bien, y lograr que haya más inversiones y generación de empleo, creo que fue un buen ejercicio. Si lo hicieron para quedar bien con el gobernante en turno, pues si lo lograron, pero la realidad sale todos los días en los medios y es muy lejana a estas cifras. Dos días después, el sábado sale una nota del Observatorio Ciudadano recomendando que no se visiten los lugares muy apartados de la sierra por la inseguridad, salvo aquellos lugares muy turísticos, ya que, dice la nota, si han disminuido los homicidios de 110 por cada 100 mil habitantes, a 30 homicidios, lo que significaría una disminución del 72%, que es bastante, pero no lo que se dijo en el desplegado, y tampoco con la realidad que vivimos los ciudadanos todos los días. Muchos brincos, para caer en donde mismo. A mis lectores les aviso que no aparecerá mi colaboración las próximas 3 semanas, ya que estaré de vacaciones, sin merecerlas, pero si necesarias.