Entre más declaran, más se hunden

No cabe duda que entre más quieren el gobernador y su titular de Hacienda estatal puntualizar el tema de la deuda del estado de Chihuahua, más se enredan y cada vez les cuadran menos los números, ya para la próxima rueda de prensa sobre el tema, lo que nos falta es que nos digan que no se debe nada y que si acaso hay deuda, ésta proviene de la época de Porfirio Díaz. La semana pasada declararon que la deuda estatal viene de 1992, es decir cuando entró Pancho Barrio de gobernador, quiere decir que viene desde la época de Fernando Baeza, que fue el que le entregó a finales de 1992 a Pancho Barrio y que el actual gobernador sólo ha pedido prestados 4 mil doscientos millones de los 42 mil millones que debe el estado, según Hacienda federal. Aunque en la puntualización que hicieron, le echaron encima a su antecesor, Reyes Baeza (sobrino de Fernando Baeza), que no había manifestado 3 mil 159 millones de deuda, es decir que la escondió, cuando antes habían declarado que había desviado esos recursos federales para lo que no estaban asignados, pero entonces, ¿la deuda viene desde 1992? La deuda que ellos aceptan es de 19 mil 763 millones, más 15 mil 157 millones de bonos carreteros, que dicen que no es deuda, lo que nos lleva a 34 mil 920 millones. ¿Y los faltantes 7 mil millones, para los 42 mil millones que se reconocen entre deuda y bonos carreteros? Bueno, pues hay 2 mil 571 millones que se depositaron en Banobras como Cupón Cero, como capital semilla, que debemos de entender que no se deben, puesto que Gobierno del Estado los depositó para que de ahí le prestaran a los municipios y para la construcción de la Ciudad Judicial, y hay otros certificados bursátiles por 2 mil 802 millones de un fideicomiso sobre el Impuesto Sobre Nóminas (ISN), que tampoco es deuda, dicen ellos, ya que está garantizado con dicho impuesto (¡todas las deudas se tienen que garantizar con algún ingreso!), que inclusive, declararon, da para más, lo que suena a que van a pedir más prestado sobre el ISN, como ya anunciaron que van a pedir otros 3 mil de bonos carreteros, en fin y al cabo que no es deuda. Pero bueno, siguen faltando 1 mil 600 millones más o menos, pero ya en realidad es pecata minuta, es decir que ya no importa. Por supuesto que el exgobernador Reyes Baeza le contesta de inmediato en una carta publicada por algunos medios, donde le recuerda que desde marzo propuso al gobernador Duarte que se reunieran para detallar la clasificación y el monto de la deuda, pero que nunca le fue aceptada la reunión. Como dato curioso, la carta está fechada el 22 de agosto, es decir, una semana antes de la rueda de prensa que dieran el encargado de la hacienda estatal y el gobernador, lo que indica que ya habían hablado entre ellos. Por supuesto que el gobernador Duarte ahora se hace como que la Virgen le habla, cuando ni señas le hace, y dice que él es el gobernador y que a eso se va a dedicar, que no es con conflictos políticos (que él empezó) como se resuelve lo de la deuda, es decir que sólo pateó el avispero y luego se retira para que no le piquen las avispas de su mismo panal. Lo curioso de la polémica de la deuda del Gobierno estatal es que arranca cuatro años después de que toma posesión Duarte, ¿porqué hasta ahora? ¿Qué se ve con mucha claridad en el fondo de este conflicto? Que Duarte quiere descalificar a Reyes Baeza para que no meta las manos en las siguientes elecciones, por eso le han echado más gasolina a lo del Aeroshow, aunque si esta telenovela sigue, triste telenovela para los chihuahuenses, ya que también se ve con mucha claridad que es lo que menos les interesa, los chihuahuenses, lo más seguro es que Gobernación federal les diga a los dos que se hagan a un lado y que los "dedazos" vendrán de México, que para eso tienen un presidente que quiere retomar el poder político que perdieron durante 12 años, aunque a éste se le nota que todavía no puede retomar el poder que se fue a los gobernadores en la ausencia de un presidente emanado del PRI, ya ven que en su informe la gente, su gente, no le aplaudía, hasta que él mismo empezó a aplaudirse, para que lo siguieran. Triste la calavera de los chihuahuenses que terminaremos pagando los platos rotos, como nos va a suceder con la enorme deuda de Pemex y CFE, que para eso se hicieron las reformas.